Rituales gitanos para protegerse
del mal
Durante muchos siglos la etnia
gitana fue perseguida y marginada, por lo que se aferraron, a lo largo de su
historia, a distintos rituales y tradiciones le les ayudaron a mantener su
identidad, y sobre todo a proteger a toda su gente de los ataques.
Hoy en día este pueblo Romaní,
disperso por todo el mundo, lucha por tener su territorio propio, y como colectividad
no ha renunciado a sus costumbres. Los gitanos viviendo en campamentos y
migrando, han consolidado sus costumbres y sus lazos familiares para así poder
defenderse y también sobreponerse a los ataques de discriminación y de
desprecio que siguen sufriendo por parte de la sociedad.
En cada hogar gitano existen los
rituales de purificación y de protección contra los males y los ataques, que
por lo general se asocian mal con rituales de adivinación o de magia negra.
Dentro de la ley Romaní existe algunas normas tradicionales que éstos siguen,
para eliminar lo impuro, como el de lavarse, antes de saludar. Para alejar la
mala suerte o para purificar el ambiente, se utilizan las flores, el agua, el
fuego y la música, que siempre están presente en sus festividades. Algunas de
estas ceremonias son: Para purificar el hogar: durante la primera Luna Llena
del año nuevo se realiza este ritual, para limpiar todas los restos negativos
que hayan podido quedar de las fiestas. Para llevarlo acabo se necesitan doce piedras
que más le gusten, las que se colocarán en una asadera y se las calentará en el
horno. Un vez que estén bien calientes se tomarán con una pinza y se las
ubicará de a cuatro, en tres ollas. Esta ollas se distribuirán, una en la
puerta de entrada, otra el en balcón o jardín y la tercera en el living de la
casa. A continuación, se procede, de manera rápida, a rociarlas con incienso en
polvo y se le vuelca un chorro de agua fría, este procedimiento se realizará en
las tres ollas. Este acto provocará un humo purificador que inundará la casa.
Deberán pasar las manos por el
humo, para que las palmas y el dorso queden impregnadas, a medida que se pide
por la purificación del hogar, para que el humo saque todo lo impuro de él.
Para obtener la bendición solar: este ritual se realiza para lograr la
bendición y la protección contra enfermedades y contra la pobreza, es una
festividad que los gitanos dedican al sol. Para este ritual se necesita una
olla de metal a la que se le colocarán unos carbones que luego se encenderán
con papel y con alcohol.
Cuando ya estén totalmente
encendidos y con llanas la familia se reunirá alrededor del fuego a cantar y a
bailar. Cada uno de los integrantes de la familia deberá acercarse al fuego y
arrojar en él ramas de albahaca, hojas de laurel, incienso, azúcar, alcohol,
etc., sirviendo de ofrenda para atraer la buena fortuna y para purificar.
Seguirán cantado y vivando por la alegría, el amor, la salud y el dinero. Para
realizar una limpieza de pensamientos impuros: este ritual se realiza durante
el equinoccio de otoño donde la tierra entra en un ocio productivo, es ideal
para que no nos acosen pensamientos bajos y energías negativas, así como para
limpiar la mente y el espíritu. Se debe preparar un baño de inmersión con agua
caliente, medio litro de vinagre, una taza de azúcar y otra de sal gruesa,
hojas secas de laurel y pétalos de lavanda. Si se desea tomar una ducha en
lugar de un baño de inmersión, se deberán hervir todos los ingredientes, y
luego de colarlos, se enjuaga la cabeza a medida que se pide que se aleje lo
impuro y todo mal de nuestra vida.
Para protegerse contra los daños o
persecuciones: este ritual se realiza el 8 de abril, considerado el día
internacional de los gitanos. Se necesitan dos velas encendida, evitando corrientes
de aire para que no se apaguen, por cada puerta y ventana, y se pone sal gruesa
en cada una de las entradas de la casa. Luego se debe encender incienso y
recorrer la casa para que el humo la impregne, yendo de adentro hacia fuera,
para sacar con el humo todas las malas energías. A medida que se realiza este
procedimiento, se debe realizar la señal de la cruz en cada habitación en la
que se entre y se debe pedir la protección de todos los santos, para que se
alejen las persecuciones, para vivir en paz y felicidad con la protección de
todo el hogar.
Para proteger a la familia: este
ritual se realiza el 24 de mayo, día de Santa Sara, es una Santa patrona
conocida también como Kalí o La Mujer de Negro. Para realizar este ritual se
debe conseguir una estampa o una figura de Kalí, luego se le encenderá una vela
de color amarilla.
Se le ofrecerá también flores de
color rojo y un vaso con agua, a la vez que se le solicita la protección de la
familia, para que esta madre de todas las tribus gitanas ilumine con su brillo
todos los caminos y proteja esa marcha por ellos.
Para alejar los espíritus
malignos: una fiesta típica de los gitanos del hemisferio Sur es el solsticio
de invierno, que corresponde, en el Hemisferio Norte, al solsticio de verano.
Es la fecha indicada para ahuyentar a los demonios y a las fuerzas del mal.
Para llevarlo a cabo se deberá encender en una olla carbones y papel, en la
cual se arrojarán dientes de ajo y alguna prenda en desuso o algún pedazo de
objeto viejo. Una vez que estén casi quemados, se arrojará en la olla un puñado
de azúcar junto con sangre de dragón, pidiéndole a San Juan que libere a todo
el mal que ronda nuestra vida. Esta fecha es ideal también, para hacer una
profunda limpieza desechando todo aquello que no se usa o que este roto.
Para la prosperidad y riqueza: el
22 de julio es ideal para aprovechar la creciente energía de la luna y así
atraer el bienestar y el éxito a nuestras vidas. Para realizar este ritual se
necesita un frasco de vidrio con tapa, en el que se colocará sal gruesa y hojas
de albahaca, llenando la mitad del frasco. Luego se deberá poner en él, 3
clavos de olor y 10 monedas de uso corriente. Luego, cerrando la tapa se deberá
agitar tres veces el frasco a la vez que se pide que crezcan sin límites la
riqueza y el dinero.
Se deberá dejar reposar ese frasco
durante toda esa noche de Luna Nueva y se lo dejará tapado por siete días,
pasado ese tiempo se usarán las monedas, y el resto de frasco se arrojará al
jardín o en alguna maceta
Para la salud de todos: este
ritual es para lograr la vitalidad y la salud, se puede realizar el 6 de
agosto, aprovechando la posición de los astros.
Para esto, se pondrá a hervir agua
en tres ollas hasta que rompan el hervor, una vez sucedido esto, se retirarán
del fuego e inmediatamente se le colocará en una, 6 gotas de esencia de
eucalipto, en la otra olla 6 gotas de esencia de Benjuí y en la tercera, 6
gotas de esencia de lavanda.
Luego se deberán colocar las tres
ollas formando un triángulo sobre una manta tendida en el piso. A continuación
se deberá sentar en el centro del triángulo con las palmas de la mano juntas en
posición de rezo mientras meditan y respiran el vapor emanado de las tres
ollas, hasta que el agua se enfríe y el vapor desaparezca. Se pedirá por la
salud de todos a Santa Sara, a San Jorge o San Ceferino Gimenza.
Para que el éxito no se trabe:
durante el equinoccio de primavera, la Época del Sol, es el momento ideal para
conseguir el crecimiento personal. Para comenzar a realizar este ritual será
necesario tostar con sal y pimienta semillas quitadas de un zapallo. Luego
tomará tres de ellas y antes de comerlas deberá pedirle a Jesucristo su fuerza
para conseguir el éxito y la victoria, y el poder, para la protección. El resto
de las semillas deberán ser guardadas en un frasco cerrado junto con unas
ramitas de perejil.
Este ritual se deberá llevar a
cabo durante siete días seguidos y se podrán sumar a él, distintos integrantes
del hogar.
Para purificar las almas: el duelo
para los gitanos es un modo de purificar el alma del que ha fallecido. La noche
del 30 de octubre se deberá construir un altar en el que se colocarán las fotos
de todos los difuntos, junto con muchas flores y velas. Durante esta especie de
ceremonia, los gitanos cocinan un pionono casero untado con mermelada o dulce
de leche al que llaman rocambole o brazo gitano de Santa Sara. Este se consume
para festejar la limpieza de las almas.
Para la protección de la pareja:
este ritual se puede realizar durante una luna de Cuarto Creciente del mes de
noviembre. Para esto, es necesario tener dos pañuelos de gasa o seda de color
rojo. Luego se debe coser en cada uno de los pañuelos, un dobladillo a manera
de bolsillo en el que se guardarán restos de uñas y de cabellos de cada uno de
los integran de la pareja. A continuación se debe cerrar cada bolsillo,
cociéndolo de tal manera que no se caigan los elementos. Para culminar se
deberán anudar los pañuelos tres veces, tomándolos por sus extremos, a la vez
que se pide por el amor, la pasión y la fidelidad de la pareja. Durante la
primera semana será llevado por la mujer anudado en su tobillo y lo mismo hará
el hombre en la semana siguiente. Finalizado este período, se lo guardará junto
a pétalos de rosas, en un cajón fuera del alcance de terceros.
Para la absoluta protección: con
el fin de alejar todo malestar, este ritual se puede llevar a cabo el 31 de
diciembre, donde la Luna está en su mayor expresión, irradiando todo su
potencial energético. Para ello debemos conseguir agua bendita y una caja con
tapa, en la que se colocará un espejo rodeado de ajos y medallas o cruces de
San Jorge. Esta caja se ubicará tapada, durante esa noche, fuera de la casa y
se la rodeará con tres velas blancas. En la mitad de la noche se abrirá la tapa
y se encenderán las velas, a medida que se solicita la protección de la luz de
la luna en todo lo que emprendamos durante el nuevo año. Terminado el pedido,
se rociará la caja con agua bendita y se cerrará, luego se arrojará con todo su
contenido en un lugar descampado.