La voluntad de conocer
los secretos del destino hace que Oxum, elegante como es, coloque su poder de
atracción sexual en acuerdos para ese fin.
Ella es una experta en tomar-allí-dar-acá.
Es así que aprende el arte de la adivinación
con Exu, y las vestiduras de Obatalá, y las vestiduras del "Señor del Paño
Blanco" por el secreto del Ifá.
Así Oxum se vuelve
señora del juego de búzios.
La belleza, la agilidad y la astucia son
ingredientes del éxito de este orixá.
En el amor Oxum es ardiente, tan hermosa y
ensiende grandes pasiones.
Oxum lucha para conquistar el amor de Xangô y
cuando lo consigue es capaz de gastar toda su riqueza para mantener a su amado.
Ella libera a su querido
Oxossi del peligro y le entrega riqueza y poder para que se convierta en
Alaketu, el rey de la ciudad de Keto.
Oxum provoca una disputa entre dos hermanos
por su amor: Xangô y Ogum, ambos guerreros famosos y poderosos, el tipo preferido
por ella. Xangô es su marido, pero independiente de eso, si uno de los dos
hermanos no la trata bien, el otro se siente en el derecho de intervenir y
conquistarla.
Al final, Oxum quiere
ser amada y todos saben que ella debe ser tratada como una reina, o sea, con
ropas finas, joyas y buena comida, todo a su gusto. La belleza es la mayor baza
del orixá del amor. Como esposa de Xangô, al lado de Obá y Oiá, Oxum es la
preferida y está siempre atenta para mantenerse la más amada.
Ella engaña a Obá: Oxum
induse Obá a cortar la propia oreja para cocinar y servir para Xangô, diciendo
que es el plato preferido del marido, que en realidad se enojado y enfurecido.
Ella también engaña a Eleguá que, al servicio
de Obá para hacer un sacrificio, corta erróneamente la cola del caballo de
Xangô. Otra vez Obá quería agradar a su marido, pero acaba odiada por él.
Oxum definitivamente
quiere el fracaso de quien considera rival.
Fue de Oxum la delicada misión dada por
Olodumare de religar el orum (el cielo) al aiê (la tierra) cuando de la
separación de éstos por la displicencia de los hombres. El tamaño fue el
aburrimiento de los orixás en no poder más convivir con los humanos que Oxum
vino al aiê (la tierra) a prepararlos para recibir a los dioses en sus cuerpos.
En el caso de las
mujeres, las bañó con hierbas, raspó y adornó sus cabezas con pluma de ecodidé
(pluma de un pájaro sabado), adornó sus colas con hilos de cuentas de colores,
sus muñecas con ides (pulseras), en fin las hizo bellas y listas para recibir
los orixás. Y ellos vinieron. Danzaron y bailaron al son de los atabaques y
chiqueres.
Para alegría de los
orixás y de los humanos estaba inventado el Candomblé. Los mitos de Oxum
muestran cuán múltiple es su personalidad.