En la antigüedad Oshún no vivía aún en el río, vivía con su
padre Olofi, de hecho era la hija predilecta de el.
Oshún siempre encanta a todos y todo cuanto le rodea, esto no
dejaba indiferentes a Olofi que siempre tenía para ella un halago, atenciones y
bendiciones, pero como todo en este mundo, donde hay amor, hay otro extremo que
es opuesto.
La mujer de Olofi empezó a sentir celos de cómo él y su hija
tenían una magnífica relación y fue creando poco a poco una imagen negativa de
oshún, su obra maligna y paciente le dio resultado.
Olofi empezó a tratar a su encantadora hija Oshun con
indiferencia.
Oshun no comprendia que pasaba, meditaba cada día que podía
haber pasado, para que el amor que sentía de su padre se convirtiera en
indiferencia, eso le causaba mucha tristeza y agobio, decidió que era el
momento de retirarse de su casa.
Deambulo por el mundo con gran pesar y tristeza.
Yemaya al enterarse de la situación de Oshún decidió ayudarla,
le apareció en su camino y le pregunto que le pasaba, Yemaya confirmó que
cuanto había escuchado de lo que le pasaba a Oshún era cierto y le dijo que se
fuera con ella.
Llevó a Oshun al río y le dijo “Este es y sera tu reino, yo
reinare en el mar”. Oshún sintió cómo se apoderaba de ella una gran felicidad, Yemaya la observaba y
sonreía de ver nuevamente el regreso de sus encantos.
Al paso del tiempo, Olofi empieza a pensar que algo no andaba
bien, porque nunca lo que le habían dicho su esposa, lo vio, y tampoco nadie le
informo,por lo que realizó su propia investigación y descubrió que todo fue una
trampa vil de su mujer para separarlo de la hija que tanto ama.
Decidió alejarla de su lado y como buen padre se dedicó a buscar
día y noche a su hija. Sentía gran tristeza y frustración por no encontrar a
Oshun, se sentía arrepentido y responsable de si algo malo le podía haber
pasado a Oshún, de por cómo la trato, pensando que todos los chismes que le
contaba la malvada de su mujer fuera cierto, que impotencia sentía, caminaba,
preguntaba por todos los lados y nadie sabía de Oshún.
Su corazón no podía aguantar tanto dolor y lloraba y lloraba,
con la esperanza que apareciera, pero no aparecia y su llanto se volvió mas
intenso, manteniendo la tierra inundada todo el tiempo.
Entonces apareció un pavo real muy lindo y le dijo, “Tu tristeza
es muy grande” todos saben que haz buscado a Oshún por cada palmo de la tierra
y no has logrado encontrarla, sería muy prudente que necesitaras ayuda, haga
usted llamar a Orunmila para que haga usos de sus poderes de adivinación.
Olofin en silencio, escucho el consejo del pavo real y asintió,
de inmediato se mando a buscar a Orunmila. Al llegar y ponerse al día de los
asuntos que atormentaban a Olofin hizo osode y consulto Ifa.
Orunmila le revelo que sabia el amor que sentía por Oshún, y por
ese motivo le revelaría donde se encontraba, pero antes debía saber que ya
Oshún tiene sus dominios, un reino entregado por Yemaya, debía ir a la orilla
del río, hacer sonar una campana y verter miel en el agua, al decir lo de
verter miel en el agua, Olofin sonrió, recordó lo tanto que le gustaba la miel.
Siguiendo el consejo de Orunmila, se dirigió al rió, estaba
lleno de felicidad, miro las aguas cristalinas y buscaba a su hermosa Oshún,
saco lentamente la miel de abejas y la vertía con mucho amor en las aguas, a la
vez que sonaba la campana, Oshun emergió de las aguas con una suavidad que la
hacia especial y única, al ver a su padre, sintió que aquellos días de
tristezas podían volver y ya iba a volverse porque no estaba dispuesta a sentir
ese recuerdo, cuando Olofi le exclamo con una voz resquebrajada, “Hija
perdóname, he cometido un error que tarde en reconocer, por eso te pido que
vuelvas a casa conmigo y seremos felices como siempre, te lo prometo”
Oshún al sentir la voz de su padre, sintio su amor, se volteo
hacia el y le respondió.
“Padre el río ahora es mi hogar, siempre te he querido, siempre
te voy a querer, cada vez que desees verme, ya sabes donde encontrarme y como
llamarme”
Olofin muy emocionado por saber que aun su hija lo quería, miro
dulcemente a Oshún y le dijo ” En mi casa igual de bienvenida eres, no debes
pedir permiso para entrar en el”
Espero que este Pataki te guste
Maferefun Yalorde¡¡
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