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MALÉ, EL ARCOIRIS



Orunla tenía una estancia y Malé, que bajaba todas las noches del cielo por una soga, se comía toda la cosecha. Enterado Orunla hizo ebó con una botella de otí, comida de todo tipo y un machete. La llevó a su finca, vino Malé, vio aquello, y comió y bebió hasta que se cansó; reposó un poquito con el propósito de irse enseguida, pero se quedó dormido. Orula aprovechó y cortó la soga con el machete. Cuando Malé despertó, ya era de día; entonces le dirigió súplicas al cielo pidiendo perdón pero ya era tarde. Desde entonces Malé, el arcoiris, está en la Tierra.

ORULA ESTABA MUY POBRE



Cuentan que en una oportunidad Orula sólo tenía unos centavos en el bolsillo y no le alcanzaba ni para darle de comer a sus hijos. Compró unos ekó que repartió entre los muchachos y salió de la casa comiéndose uno y caminando lentamente, tan lento como su tristeza.

Ya cerca del árbol que había escogido para suicidarse, el sabio tiró al piso las hojas que envolvían el dulce que se había comido. Colgó una soga de las ramas del árbol y entonces oyó que un pájaro le decía:

–Orula, mira qué sucedió con las hojas que envolvían el ekó. El hombre volvió el rostro y pudo ver que otro babalawo se estaba comiendo los restos del dulce que permanecían adheridos a la envoltura que él botara al piso.

–Y sin embargo –agregó el pájaro–, no ha pensado quitarse la vida.

IBORÚ, IBOYÁ, IBOCHICHÉ




Olofin había llamado uno a uno a los babalawos para preguntarles dos cosas. Como ninguno le había adivinado lo que él quería, los fue apresando y afirmó que si no eran capaces de adivinar, los iba pasar a todos por las armas.

El último que mandó a llamar fue a Orula, el que enseguida se puso en marcha, sin saber qué estaba sucediendo.

En el camino Orula se encontró con una muchacha que estaba cortando leña y le preguntó cómo se llamaba, a lo que ella le contestó que Iború. La muchacha le dijo a Orula que lo importante era ver parir la cepa de plátano. Orula le regaló una adié y owó.

Más adelante Orula dio con otra muchacha que estaba lavando en el río la que dijo llamarse Iboyá, y le contó que Olofin tenía presa a mucha gente. Orula la obsequió con los mismos regalos que a la anterior.

Por último, Orula encontró en el camino hacia casa de Olofin, a muchacha llamada Ibochiché y ella le contó que Olofin quería casar a su hija. También le dio una adié y owo.

Cuando llegó al palacio, Olofin le dijo que lo había llamado para que él le adivinara unas cosas.

–¿Qué tengo en ese cuarto? –preguntó Olofin.

–Tienes una mata de plátano que está pariendo –contestó
–¿Y qué yo quiero que tú me adivines?

–Que quieres casar a tu hija y por no adivinarte tienes prisioneros a mis hijos.

Olofin sorprendido mandó a soltar a los babalawos presos y gratificó a Orula.

Cuando el sabio se iba, Olofin le dijo: “mogdupué”. Y Orula repuso que desde aquel día él prefería que le dijera: “Iború, Iboyá, Ibochiché.”

ORULA SOMETE A IKÚ



El pueblo hablaba mal de Orula y le deseaba la muerte, pero Orula, que es adivino, se había visto la suerte en el tablero con sus dieciséis nueces y había decidido que tenía que hacer una ceremonia de rogación con un ñame, y luego, con los pelos de la vianda, untarse la cara. Fue por eso que cuando Ikú vino por primera vez preguntando por Orula, él mismo le dijo que allí no vivía ningún Orula y la Muerte se fue.

Ikú estuvo averiguando por los alrededores y se dio cuenta de que Orula lo había engañado, por lo que regresó con cualquier pretexto, para observarlo de cerca, hasta tener la certeza de que se trataba del sujeto que estaba buscando para llevarse.

Orula, cuando la vio regresar, ni corto ni perezoso, la invitó a comer y le sirvió una gran cena con abundante bebida.

Tanto comió y bebió Ikú, que cuando hubo concluido se quedó dormida. Fue la oportunidad que aprovechó Orula para robarle la mandarria con que Ikú mataba a la gente.

Al despertar, Ikú notó que le faltaba la mandarria. Al pensar que sin este instrumento ella no era nadie, le imploró a Qrula que se la devolviera.

Después de mucho llorar, Qrula le dijo que se la devolvería si prometía que no mataría a ninguno de sus hijos, a menos que él lo autorizara. Desde entonces la Muerte se cuida mucho de llevarse al que tiene puesto un idé de Orula.

OSHÚN Y ORULA



El rey mandó buscar a Orula, el babalawo más famoso de su comarca, pero el olúo se negó a ir. Así sucedió varias veces, hasta que un día Oshún se ofreció para ir a buscar al adivino.

Se apareció de visita en la casa del babalawo, y como de conversación en conversación se le hizo tarde, le pidió que la dejara dormir en su cama aquella noche.

Por la mañana, se despertó muy temprano y puso el ékuele y el iyefá en su pañuelo.
Cuando el babalawo se despertó y tomó el desayuno que le había preparado Oshún, ella le anunció que ya se tenía que marchar. Pero el hombre se había prendado de la hermosa mulata y consintió en acompañarla un trecho del camino.

Caminando y conversando con la seductora mujer, ambos llegaron a un río. Allí el babalawo le dijo que no podía continuar, pues cruzar debía consultar con el ékuele para saber si debía hacerlo o no. Entonces Qshún le enseñó lo que había traído en el pañuelo y el adivino, ya completamente convencido de que debía seguir a la diosa, pudo cruzar el río y llegar hasta el palacio del rey que lo esperaba impacientemente.

El rey, que desde hacía mucho estaba preocupado por las actividades de sus enemigos políticos, quería preguntar si habría guerra o no en su país, y en caso de haberla, quién sería el vencedor y cómo podría identificar a los que le eran leales.

El adivino tiró el ékuele y le dijo al rey que debía ofrendar dos eyelé y oú. Luego de limpiarlo con las palomas, fue a la torre más alta del palacio y regó el algodón en pequeños pedazos; finalmente le dijo que no tendría problemas, porque saldría victorioso de la guerra civil que se avecinaba, pero que debía fijarse en todos sus súbditos, pues aquellos que tenían algodón en la cabeza le eran fieles.

De esta manera Obegueño, que así se llamaba el rey, gobernó en aquel país hasta el día de su muerte.

Pataki - ORULA LE HACE TRAMPA A OLOFIN



Orula apostó con Olofin a que el maíz tostado paría. Olofin estaba seguro de que ello era imposible, por lo que aceptó la apuesta en el convencimiento de que la ganaría. Pero Orula llamó a Eleguá y a Shangó y se puso de acuerdo con ellos para ganarle la apuesta a Olofin.

El día acordado, Orula acudió con un saco de maíz tostado y lo sembró en el terreno escogido por Olofin. Después, ambos se fueron para el palacio de Olofin a esperar el tiempo necesario. Esa noche Shangó hizo tronar en el cielo y ayudado por la luz de los relámpagos, Eleguá cambió todos los granos por otros en perfecto estado.

Pasaron los días y una mañana Olofin le dijo a Orula que irían a ver si su dichoso maíz tostado había parido o no. Como ya los granos que Eleguá había puesto comenzaban a germinar, Olofin se quedó muy sorprendido y tuvo que pagarle lo apostado a Orula, el que luego, en secreto, lo compartió con Shangó y Eleguá.

LEYENDA DE OGUM ADIOLÁ





LEYENDA OGUN ADIOLA

Ogun Adiola es un orixá vanidoso, cuando combate él mira su reflejo en la espada para admirar su belleza. Es el orixá más bello del batuque y dicen que sería hijo de Oxum y Ode.
Se enamoró de Iemanjá. Reza la leyenda que Adiola, viendo la tristeza y soledad de Ogun, que tuvo todas sus mujeres muertas por la ira de Oya, que después partió con Xangô, resolvió por gratitud y admiración a Ogun tomar una poción mágica que lo transformaba en lo que él quisiera . Entonces deseó convertirse en una hermosa y hermosa muchacha. Ogum divisó a la bella muchacha y la poseyó. El otro día, Ogun acuerdo y vio a Adiola a su lado y percibió que había sido engañado y traicionado por el muchacho a quien enseñó las tácticas de guerra y el manejo de armas de caza y hierro. Comenzó entonces a golpearlo con toda su ira hasta que cuando Adiola, ya exhausto, iba a sufrir el golpe de misericordia, Oya surgió como viento y lo rescató. La yaba curó sus heridas y llevó a Oxalá, que determinó su castigo. A partir de ese momento, Adiola sería un Orixá de playa, pues sólo ellos, los Orixás de la miel, podían calmar a Ogun. Y como tenía el manoseo del hierro, él sería Ogun Adiola. Con la vanidad de Oxum, las artimañas y las ropas de Ode y las artes de Ogun, vivía a la orilla del mar, al servicio y protección de aquellos que allí precisen. Así que Ogun Adiola pasó a vivir en la playa, admirando a Yemanjá y enamorándose de la belleza de su musa. 

ORIXAS IBEIJIS - ALGUNOS DE SUS PATAKIES


El tambor venció al demonio

Había un pueblo en que todos sus habitantes vivían muy felices y contentos, hasta el día en que Alosi (el Diablo) andando por el mundo llegó allí.

Con él empezaron toda clase de desgracias, problemas, conflictos y desastres para sus moradores, llegando al punto de no tener que comer, pues no se podía trabajar, cada cual por una causa distinta y la enfermedad acompañaba a la muerte en la desolación y sufrimientos traídos por el demonio.
Obatalá paso por allí y vio que todo era cosa de Alosi y se dirigió a una casa donde vivían dos niños jimagua varones y se los pidió al padre por un rato y les dijo que si le permitían a los Jimaguas ir con él se resolvería las angustias del pueblo. Los padres aceptaron y Obatalá se los llevo.


Los Jimaguas, Ibeyis o los Beyis

La diversión de los Jimaguas era tocar el tambor. Obatalá los vistió iguales y les dio instrucción de lo que tenían que hacer dejándole escondido en un lugar seguro y fue a ver a Alosi para que le explicara la causa por lo cual estaba provocando tantas desgracia en ese pueblo, contestándole este que era por diversión.
Obatalá le dijo que traería un niño para que tocara un tambor y él bailaría, si el niño se cansaba primero él seguía haciendo lo que quisiera en el pueblo, pero si el se cansaba primero que el niño se iba y dejaba tranquilo al pueblo.
Alosi pensando que le seria muy fácil cansar primero al niño, acepto las condiciones de Obatalá.
Obatalá trajo al niño con su tambor y este comenzó a tocar y Alosi a bailar, cuando se cansaba, le hacia una señal al otro que estaba escondido y cuando Alosi daba una vuelta ocupaba el puesto del hermano y continuaba tocando.
Esto duro hasta que el diablo se canso y derrotado por los Jimaguas abandono para siempre el pueblo y sus vecinos volvieron a ser felices.

Maferefun Obatalá Maferefun Los Beyis.

Itan Oxum



Hoy vamos a hablar de la  Itan de Oshun (leyendas) para que el lector sepa un poco más sobre la Oshún. Oshun es una deidad femenina de agua dulce, ríos y cascadas, la riqueza, la prosperidad, el amor y la belleza, adorados en el Candomblé y Umbanda.

El resultado de una tradición oral, las historias que se cuentan sobre los Orishas (itans) varía según la región y la capacidad de las comunidades en la preservación de la memoria.
En este Itan, Oshún  se convierte en  Apetebi, la primera mujer que conocen los secretos de  Buzios juego.

Itan de Oxum

Ifa era un pobre pescador que vivía de manera muy sencilla. Un día se ofrece comoesclavo leal a  Elegba (Exú) por un período de  dieciséis años. ELEGBA luego le dio instrucciones  para ir al cañónconseguir cocos fines de palma y le enseñó a fin de prepararlos para la adivinación.
Ifa jugó tan bien la función que ahora necesitan ayuda porque había muchas personas que vinieron a consultar con él.
Y así Ifa tomó como auxiliar de Oshún, quien se convirtió en su Apetebi. 
Las personas que no podían ser cumplidos por el Ifa , fueron a Oshún para leer la suerte de ellos.

Bajo las orientaciones de Ifá, Oxum se inicia y pasa a leer el destino a través de su odu, así como aprende los ebós específicos para vencer las adversidades de su vida y así, establecer la salud, el equilibrio, la realización personal, la paz familiar La armonía matrimonial, propósito de todo ser humano. Con este fin, en toda su amplitud se llama Ifa.

Itan Cómo Orixa Naná Ayudó en la Creación del Hombre



Como Nana ayudó a la creación del hombre -  Nana es la deidad responsable de la transformación espiritual de los seres para la nueva encarnación, la madre relacionado con la vida y la muerte.

Se dice que cuando Olorum encargó a Oxalá de hacer el mundo y modelar al ser humano, el Orixá intentó varios caminos. Intentó hacer al hombre de aire, como él.
No funcionó, pues el hombre pronto se desvaneció. Intentó hacer de palo, pero la criatura quedó dura. De piedra, pero aún el intento fue peor. Hizo fuego y el hombre se consumió. Tentó aceite, agua y vino de palma, y ​​nada.
Fue entonces que Nanán vino en su socorro y dio a Oxala el fango, el barro del fondo de la laguna donde vivía ella, el lodo bajo las aguas, que es Nanán.
Oxala creó al hombre, lo modeló en el barro. Con el soplo de Olorum él caminó.
Con la ayuda de los Orixá pobló la Tierra. Pero tiene un día que el hombre tiene que morir.
Su cuerpo tiene que volver a la tierra, volver a la naturaleza de Nanán.

Naná dio la materia al principio pero quiere de vuelta al final todo lo que es suyo.
Honrado en 26 de de julio de , el Orisha Nanã lleva el misterio de la vida y la muerte.
Ella acoge el espíritu que acaba de desencarnar y lo encamina al "valle del olvido", donde decanta con el poder del barro, su dominio supremo, mezcla de agua y tierra, sus elementos principales y así; Que produce el olvido del alma para encarnar en nueva vida, nuevo destino, sin los recuerdos de la vida pasada.
Nana envía sus almas "olvidados" en el pasado reciente a su hijo Obaluaiê, para que remodelar el alma de la nueva carrocería que nacer el alma que está vinculado desde el diseño, y ahora será un niño que va a satisfacer nuevo proceso evolutivo Espiritual.
Nana está ligada al misterio de la vida y la muerte es la deidad que manda el periodo de la menopausia en las mujeres, es en las enfermedades seniles, la vejez, la preparación para la muerte y la resurrección del espíritu, encarnado en un nuevo cuerpo en la búsqueda de la evolución espiritual De los seres.
Es la protectora de los ancianos, de los damnificados, de los enfermos y de los discapacitados visuales.
Nana Buruquê se refiere a nuestra ascendencia, un antiguo espíritu que lleva a los espíritus sin cuerpo en el mundo de los espíritus, metiéndolos en sus brazos.
 Nana Buruquê símbolo del origen de la vida, el renacimiento en el barro, el barro primordial es también la deidad de la sabiduría, la calma y la evolución.

Nana Buruquê
 también es cariñosamente llamada "la abuela", porque es una anciana, un espíritu muy antiguo, el paso dama de esta vida a la siguiente.
Su fuerza está ligada al agua que brota de la tierra o de la piedra y sigue formando en lagos, pantanos, lodo y toda forma de contacto de tierra y el agua, y es también la lluvia, la tempestad, la garona, ligada a ella ya los sus hijos gemelos Oxumare y Ewa , como Omulu / Obaluaiê .
Es Nana quien dirige el portal entre los mundos y las dimensiones, haciendo que los espíritus "adormecerse", decantando las memorias, haciendo que desaparezcan a lo largo del proceso para re-encarnar liberadas de los sentimientos y recuerdos de la vida anterior.
Esta orixá recuerda nuestra ancestralidad mística, el momento en que fuimos hechos por nuestro creador, la combinación del agua y la tierra que generó la vida espiritual de la materia, y así; Nana Buruquê se considera la gran madre .

Los hijos de la orixá Nanán Buruquê

Los hijos de la orixá Nanán no suelen estar muy ligados a la sensualidad, valorando más la ascensión profesional o social.
Normalmente son severos, muy ligados a sus valores morales y austeros en la educación de la familia, lo que muchas veces los hacen parecer rabiosos y ser temidos.
Cuando les corresponde tomar una decisión son lentos y lo hacen con una calma y serenidad bien peculiares, que son responsables de sus comunes aciertos y también por su equilibrio interior.
Los hijos de los Orishas Nanã también a menudo la gente amable, simpático y muy fiable.
Nana Buruquê es soberano y se presta a sus hijos la capacidad de, al experimentar el dolor y el sufrimiento, renace más fuerte, más capaz de controlar sus propias emociones.
Es Nana Buruquê que lloramos cuando tenemos que perdonar y deshacernos del pasado, es lo que debemos hacer nuestra oferta cuando sucedió algo nos impide avanzar en nuestra vida y nuestra felicidad.

Oração a Nanã Burukú

A minha mãe Nanã, eu peço a benção e proteção para todos os passos de minha vida.
A minha mãe Nanã, eu peço que abençoe o meu coração, minha cabeça, meu espírito e corpo.
Que aos poderes dados somente a Senhora das Senhoras, sejam caridosos e benevolentes, e me escondam de meus inimigos ocultos e poderosos.
Minha querida Mãe e Senhora, tenha piedade de meu coração para merecer a sua proteção e caridade.
A minha mãe Nanã, eu lhe devoto minha fé e minhas palavras.
Saluba Nanã!


ITAN - LA IRA DE UNA MUJER

LA IRA DE UNA MUJER







Ogun fue a cazar en el bosque, como lo hacía todos los días.
De repente, un búfalo vino cruzado su camino, rápido como un relámpago; Notando algo diferente en el animal, Ogun trató de seguirlo. El búfalo se paró encima de un hormiguero, bajó la cabeza y despojó su piel, transformándose en una hermosa mujer. ERA Iansã, cubierta por bellos paños coloridos y brazaletes de cobre. Iansã hizo de la piel un muggle, colocó los cuernos dentro y la escondió en el hormiguero, partiendo hacia el mercado, sin darse cuenta de que Ogun había visto todo. Una vez que ella se fue, Ogun se apoderó del muggle, guardándola en su granero.
Después fue la ciudad, y pasó a seguir a la mujer hasta que creó coraje y comenzó a cortarla. Pero como toda mujer hermosa, ella rechazó la cortejo. Cuando anocheció, ella volvió al bosque y, para su sorpresa, no encontró el muggle. Volviendo a la ciudad, encontró a Ogun, que le dijo estar con lo que ella buscaba.
En virtud de su secreto, Iansán fue obligada a casarse con él, con ciertas reglas de conducta, entre las cuales prohibirle comentar el asunto con cualquier persona.
Al llegar a casa, Ogun explicó a sus otras esposas que Iansán iba a vivir con él y que en ningún caso debían insultarla. Todo corría bien, mientras Ogun salía para trabajar, Iansã pasaba el día buscando su muggle.
De ese matrimonio nacieron nueve hijos, lo que despertó celos de las otras esposas, que eran estériles. Una de ellas, para vengarse, consiguió embriagar Ogum y él acabó revelando el misterio que envolvía Iansã. Así, tan pronto como el marido se ausentó, empezaron a cantar: -Usted puede beber, comer y exhibir su belleza, pero su piel está en el depósito, usted es un animal.
Iansã comprendió la alusión.
Entonces encontró su piel y sus cuernos, ella tomó la forma de búfalo y partió hacia arriba de todos, ahorrando sólo a sus hijos.

Historia de la creación de la Tierra por los Orixás.






Los Orixás son deidades sagradas y presentas en la cultura africana que posteriormente tomaron parte en la cultura brasileña. Ese contexto mitológico y religioso se mezcló con otros aspectos de la religión católica impuesta por la colonia portuguesa así como las creencias indígenas ya existentes.​
Ese pequeño cuento nos ilustra la creación de la Tierra por esos Orixás que tan fuertemente se impregnarán también en los aspectos mitológicos y religiosos​.​
Olorun, dios supremo, creó un ser a partir del aire y del agua. 
Ese ser encantado, todo blanco y muy poderoso, fué llamado Oxalá. A continuación creó otro orixá que poseía el mismo poder del primero y lo llamó Nanan. Ambos nacieron de la voluntad de Olorun en crear el Universo.
Oxalá pasó a representar la esencia masculina de todos los seres, haciéndose el lado derecho deOlorum. Nanan tendría la esencia femenina y representaría el lado izquierdo. Otros orixás también fueron creados y se hizo un verdadero ejército a servicio de Olorun, cada cual con una función determinada para ejecutar los planos divinos.
Exú fué el tercero elemento creado y sería el vínculo entre todos los orixás, y de ellos con Olorun. Así, es costumbre prestarle homenaje antes de cualquier otro una vez que él encamina todos los mensajes y lleva los ebós.
Olorun confió a Oxalá la misión de crear la Tierra y le regaló toda sabiduría y poderes necesarios para el suceso de su tarea. Le entregó una calabaza (cabaça) que contenía todo axé (energía vital) que sería utilizado.
Oxalá, orgulloso que estaba por haber recibido dicho honor, decidió no hacer más las reverencias aExú.
Exú, al darse cuenta que Oxalá había partido sin hacerle las debidas ofrendas, previó que su misión no se cumpliría y que sin su ayuda Oxalá no lograría llegar al sitio indicado por Olorum.
El camino era largo y dificil y Oxalá empezó a sentir mucha sed, no obstante, dada la importancia de su misión no podría darse el lujo de parar. No aceptó nada que se le ofreción, siquiera cuando pasaba cerca de un río. Más adelante, se encontró con un poblado donde le ofrecieron leche de cabra para la sed y también lo recusó.
Todos los caminos le parecían iguales y después de mucho caminar se sintió desorientado. De repente avistó a una palmera exuberante y ya delirando alcanzó al tronco del árbol con su cayado y sorbió todo el líquido que salía de sus entrañas (era el vino de palma). Borrado por la bebida, se desmayó y alli estubo por mucho tiempo.
Exú avisó a Nanan de que Oxalá no había hecho la ofrenda y por ello no terminaría su tarea. Ella, actuando por cuenta propia decidió consultar um babalawô (sacerdote) para realizar debidamente las ofrendas. Ese le enumeró una serie de cosas que ella tendría que ofrecer, entre ellas un camaleón, una paloma, una gallina con cinco dedos y un collar de nueve cuentas. Exú lo aceptó todo pero se quedó solamente con el collar y se lo devolvió todo lo demás a Nanan. Otros sacrificios se realizaron hasta que Olorun la llamó para buscar a Oxalá, quien se había olvidado al “saco de la creación” con el cual crearía la Tierra. Nanan, nada más terminar las ofrendas, empezó a buscar Oxalá y lo encontró dormido muy cerca del local indicado.
Olorun, sabiendo de su fracaso¸ordenó que la misma Nanan terminase la tarea con la ayuda de todos los orixás. Y así se hizo... Nanan tomó el saco de la creación y se lo entregó a la paloma para que volase en círculos. La gallina de cinco dedos fue puesta en libertad para dispersar toda la tierra que allí había y finalmente el camaleón la arrastró vagarosamente para compactala y hacerla firme.
Cuando Oxalá se despertó se dió cuenta que la Tierra había sido creada... y no por sus manos. Desesperado buscó a Olorum quien lo advertió severamente por no haber hecho las reverencias a Exú,juzgándose superior a él. Oxalá se arrempentió y pidió perdón. Olourm, siempre magnánimo le encargó una nueva e importante tarea que sería la de crear todos los seres que vendrían a habitar la Tierra... y ahora ya no podría fallar.
Tomando el mismo barro del cual se hizo la Tierra, Oxalá modeló a todos los seres y les insufló su aliento sagrado... les dió vida.
Así Nanan y Oxalá desempeñaron tareas de igual importancia, con la ayuda de todos los orixás, y hicieron posible el surgimiento del nuevo y maravilloso mundo.

Leyenda Exú es el más sutil




Leyenda 

Exú es el más sutily el más astuto de todos los Orishas.​
Él se aprovecha de sus cualidades para provocar malentendidos y discusiones entre las personas o para prepararles trampas.​
Puede hacer cosas extraordinarias como, por ejemplo, cargar, en un colador, el aceite que compró en el mercado, ¡sin que este aceite se derrame de ese extraño recipiente!​
Exú pudo haber matado un pájaro ayer, ¡con una piedra que tiró hoy!​
Si se enoja, zapatea una piedra, en el bosque, ¡y esta piedra se pone a sangrar!​
Su cabeza es puntiaguda y afilada como la hoja de un cuchillo.​
No puede transportar nada sobre ella.​
Exú puede ser también muy malvado, si las personas se olvidan de homenajearlo.​
Es necesario, por eso, hacer siempre ofrendas a Exú antes que a cualquier otro Orisha.​
El lunes es el día que le es consagrado.​
Es bueno hacerle ofrendas en ese día, de farofa, aceite de dende, caña y un gallo negro.
Una vez dos amigos de la infancia que jamás discutían, se olvidaron, el lunes, de hacerle las ofrendas debidas.​
Se fueron al campo a trabajar, cada uno en su chacra.​
Las tierras eran vecinas, separadas apenas por un estrecho cantero.​
Exú, enojado por la negligencia de los dos amigos, decidió prepararles un golpe a su manera.​
Se puso en la cabeza un birrete puntiagudo que era blanco del lado derecho y rojo del lado izquierdo.​
Siguió, después, la línea del cantero, llegando a la altura de los dos trabajadores amigos y, muy educadamente, los saludó:​
“¡Buen trabajo, amigos míos!”​
Estos, gentilmente, le respondieron:​
“¡Buen paseo, noble extranjero!”​
Ni bien el Exú se alejó, el hombre que trabajaba en el campo a la derecha, le dijo a su compañero:​
“¿Quién será este personaje de gorro blanco?”​
“Su sombrero era rojo,” respondió el hombre del campo a la izquierda.​
“No, era blanco, de un blanco de alabastro, ¡el blanco más bello que existe!”​
“Era rojo, ¿o pensás que soy ciego?”​
Cada uno de los amigos tenía razón y estaba furioso de la desconfianza del otro.​
Irritados, se empezaron a pelear hasta matarse a golpes de azada.​
¡Exú fue vengado!
Esto no habría ocurrido, si las ofrendas a Exú no hubiesen sido olvidadas.​
Pues Exú puede ser el más benevolente de los Orishas si es tratado con consideración y generosidad.​

Hay una manera hábil de obtener un favor de Exú.​
Es preparándole un golpe más astuto del que él mismo prepara.
Cuentan que Aluman estaba desesperado por una gran sequía.​
Sus campos estaban áridos, la lluvia no caía.​
Las ranas lloraban de tanta sed y los ríos estaban cubiertos de hojas muertas, caídas de los árboles.​
Ningún Orisha invocado escuchó sus quejas y sus gemidos.
Aluman decidió, entonces, ofrecer a Exu grandes pedazos de carne de chivo.​
Exú comió con apetito esta excelente ofrenda.​
Sólo que Aluman había condimentado la carne con una salsa con mucha pimienta.​
Exú tuvo sed.​
¡Una sed tan grande que toda el agua de todas las jarras que tenía en su casa y que tenían, en sus casas, los vecinos, no fue suficiente para calmar su sed!​
Exú fue a la canilla de la lluvia y la abrió sin lástima.​
La lluvia cayó.​
Y cayó de día, cayó de noche.​
Cayó al día siguiente y el día después, sin parar

Leyenda ​Oxalufã y Bara




Oxalufã Oxaguiã vivido en su reino, ya que era muy viejo y cerca de su final decidió visitar a su otro hijo, Shango.​
Como de costumbre, antes de viajar Oxalufã consultado con el babalawo, quien le aconsejó en contra del viaje, diciendo que las vidas estaban en peligro. Oxalufã no se arredró y quería una solución, ya sea por donación o procedimiento.​
El babalawo, hacían ofrendas y recomendó que el viaje no podía negar el servicio a nadie, y menos del todo el camino y nunca se queja.​
En el camino Oxalufã reunió tres veces en sucesión barón que le pidió que le ayudara a llevar la cabeza en un barril de petróleo a cambio de palma, una carga de carbón y otros aceite de almendras, tres veces Bará vierte el contenido sobre la vieja. Pero Oxalufã, sin quejarse, él siguió caminando.​
Penetrar en el reino de Shango finalmente vio su caballo, que había huido, y lo capturaron para su devolución al propietario, Shango. Pero el pensamiento servidores Oxalufã era un ladrón, a juzgar por la apariencia (sucio para la palma de aceite, carbón y petróleo) cayeron sobre él, rompió los brazos y las piernas con palos, finalmente le lanzando en la cárcel.​
Quedaban siete años. Shango reino se convirtió en un caos. Las mujeres se han convertido en estériles, los cultivos marchitos. Xango buscar triste y abatido ayuda de un babalawo consulta, y esto puso de manifiesto que todas las desgracias provenían del hecho de que una persona inocente que sufre injustamente en la cárcel.​
Xango ordenaron a los prisioneros ante él, el reconocimiento de su padre.​
Vestido con esclavos blancos, sin hablar de la tristeza y ordenó el lavado Oxalufã una fuente cercana.​
¿Cómo se había roto las piernas y las manos Oxalufã se lavó, se cambió de ropa, fragante y llevado de vuelta al reino y gran banquete fue servido por el regreso del padre

Èsú consultaba a Òrúnmìla.​





La siguiente leyenda habla sobre una de las raras instancias en las cuales Èsú consultaba a Òrúnmìla.​
Cuando Èsú concluyo sus planes p0ara seguir a los Òrìsà a la tierra, fue a consultar a Òrúnmìlà. Èste le aconsejó que realizara sacrificios a su propia alma, es decir así mismo, para evitar enfrentamientos que Èl no iba a poder dominar. Tenía que servir a su alma con un cabrito, porque al ser Èsú el dueño del dinamismo y el movimiento, toda ofrenda para que sea efectiva y llegue a destino, es necesaria la intervención de Èsú, y aún Él mismo, debe hacerse ofrendas. Èsú se pregunto si había alguna fuerza en el Òrún (Cielo) y en  Aiyé (Tierra) superior a Él. Se burló de Òrúnmìlà y se rehusó a realizar el sacrificio.​
Después de eso, partió rumbo a la Tierra, con ladetermiunación de destruir cualquier divindad o mortal que se atreviera a cruzarse en su camino para entorpecerlo.​
Al llegar al mundo se estableció un campo y lo cultivó. Pronto comenzó a dar sus frutos, antes que los campos de los demás.​
El hecho de que su campo fuera el primero en dar frutos, otros comenzaron a robar de su campo. Èsú, sin embargo , se pregunto quién podía tener el coraje de robar su campo. Sin saberlo, era su propio homologo primigenio el Òorì (cocodrilo), quien le estaba robando.​
Òorì tenía varios hijos y también había sido aconsejado, anteriormente, de servir a  Èsú con un cabrito. Además, Òorì fue aconsejado de preparar un fiesta para los niños pequeños, lo cual hizo, mientras seguía a dar un cabrito a Èsú​
Èsú  se dedico a investigar, y cuando descubrió la ruta que el intruso tomaba para robar en su campo, tendió una trampa en ella. Durante la próxima visita que realizó  Òorì al campo de Èsú , cayó en la trampa que estaba preparada. Cuando se dió cuenta que era una trampa muy fuerte, decidió no poner ninguna resistencia.  Se quedó inmovil en la trampa en la que había caído. A la mañana siguiente, Èsú partió para ver su trampa.    Cuando vió que el que había caído en ella era Òorì, lo acuso de ser el ladron que solía robar de su   campo.  Òorì se quedó callado porque las moscas ya estaban volando al rededor de él.​
Èsú levanto un misil y se lo arrojo a Òorì, astutamente este pretendió hacerse el muerto. Caundo no hubo más movimientos, Èsú supuso que estaba muerto. Sin embargo, cuando Èsú avanzó para dopblar el arco de la trampa , para poder remover a la víctima de ésta, Òorì se apode´rò del machete de Èsú, y lo arrojo lejos, y en ese momento se entrelazaron. Durante la lucha que siguió, arrancaron la trampa. Òo´rì trato de tirar a Èsú dentro del agua , mientras Èsú trato de empujar  a Òorì devuelta a la tierra. Después de una larga lucha, los niños a los cuales Òorì habìa realizado una fiesta, olleron por casualidad , los gemidos de los gigantes, y estaban curiosos por averiguar que era lo que sucedía. Cuando los niños, eventualmente vieron quien estaba peleando con su benefactor , se metieron dentro de los ojos de Èsú. Como Èsú comenzo a utilizar sus manos para alejar   a los niños de sus ojos, Òorì tuvo la oportunidad  de meterse en la profundidad del río. Pues, escapo de la ira de Èsú, quien después de recuperar su machete regresó a su casa abatido.
                  Èsú Al llegar a su casa, le pidió a su hijo, "falsedad", que le traiga agua para beber. Cuando el hijo no apareció a tiempo con el agua, Èsú le pego en la cabeza y el hijo murió instantaneamente. Fue en ese instante que Èsú recordó del sacrificio que oportunamente Òrúnmìlà le había aconsejado realizar. Con retrazo finalmente realizó el sacrificio a su propia alma, es decir así mismo.​
El Odu de Ifa EJIOGBE nos dice acerca de la importancia del sacrificio lo siguiente:​
Para aquel que vino del Cielo a la Tierra con su ofrenda en las manos su camino no fue oscuro, para aquel que llegó a la Tierra con su ofrenda en las manos su caminar fue seguro.​
En ese Ifá tomado del odu Ejiogbe, manifiesta cómo Esu lo ayudó a convertirse en el rey de los olodús gracias al sacrificio que este realizó por prescripción de la adivinación. El Ese del que hablamos nos cuenta que ya los dieciséis olodús en la Tierra, era hora ya de nombrar un jefe entre ellos. Ejiogbe no fue el primer olodú que vino a la Tierra, muchos otros llegaron primero.​
Antes que él, Oyekún Meji, el rey de la noche, había reclamado la antigüedad, el grupo recurrió a Obatala, para que nombrara al rey de los olodús. Obatalá los invitó a todos y les dio una rata del bosque para que compartieran entre sí, Oyekun Meji cogió una pata, Iwori Meji cogió la segunda, Idí Meji la tercera y Obara Meji la cuarta, las demás partes fueron distribuidas en orden de antigüedad convencional. Ejiogbe por ser muy joven recibió la cabeza. ( En Cuba, por sustitución, se utiliza en los sacrificios a la jutia, una especie endémica).​
En orden de secuencia Obatalá les dio posteriormente un pescado, una gallina, una paloma, una guinea y por último, un chivo, todos fueron compartidos de acuerdo con el orden establecido con la rata del bosque. En cada caso, Ejiogbe recibió la cabeza de todos los animales sacrificados.​
Finalmente, Obatalá les dijo que regresaran después de tres días para comunicarles su decisión. Ejiogbe se consultó de regreso a su casa e Ifá le dijo que ofrendara un macho cabrío a Esu. Después de comerse su macho cabrío, Esu le dijo que en el día señalado él debía asar un ñame y echarlo en su bolso junto con un calabacín lleno de agua, Esu también le dijo que llegara tarde a la reunión de los olodús en el palacio de Obatalá. El día señalado, los olodús vinieron a buscarlo para ir a la reunión, pero él les dijo que asaba un ñame al fuego para comer antes de partir.​
Al irse ellos, Ejiogbe sacó el ñame, lo peló y lo guardó en su bolso junto con el agua. Rumbo a la reunión se encontró con una anciana, exactamente, como le había pronosticado Esu y, en consecuencia con lo que le había aconsejado, liberó a la anciana de la carga de leña que llevaba, ya que estaba tan cansada que apenas podía caminar.​
Después de agradecerle su ayuda, la anciana se quejó de sentir apetito, Ejiogbe sacó de inmediato el ñame de la bolsa y se lo brindó, después de comérselo, ella le pidió agua y él le dio la que tenía en el bolso. Cuando la anciana terminó, Eyjiogbe recogió la leña y emprendió el camino con ella a su lado sin saber que se trataba de la madre de Obatalá.​
La anciana al verlo apurado, le preguntó hacia dónde iba con tanta prisa, y él le respondió que ya estaba retrasado para ir a la reunión en la que Obatalá iba a nombrar al rey de los olodús. Agregó que se había tomado su tiempo, no obstante, porque sabía que era demasiado joven para aspirar a ser rey de los dieciséis discípulos de Orúnmila.​
Al responder, la mujer le aseguró que él sería declarado rey de los olodús. Cuando llegaron a la casa, la anciana le dijo que dejara la leña en el fondo. Fue entonces que Ejiogbe reconoció la casa de Obatalá y comprendió que la mujer que había ayudado era, nada más y nada menos, la propia madre de este. Con ello, exhaló un suspiro de alivio. La mujer le pidió que le siguiera al interior de la casa. Allí sacó dos pedazos de tela blanca y ató uno al hombro derecho y otro al hombro izquierdo de Ejiogbe.​
Después le insertó una pluma roja de cotorra en la cabeza y le puso una tiza blanca en la mano derecha, acto seguido, le mostró las mil cuatrocientas sesenta piedras, dispuestas delante de la casa de Obatalá, y le dijo que se parara sobre la piedra blanca en el centro. Con sus nuevas prendas, Ejiogbe se paró sobre la piedra mientras los demás aguardaban en la antesala de Obatalá. Transcurrió un tiempo, cuando Obatalá le preguntó a los demás a quién esperaban y todos respondieron que esperaban a Ejiogbe, Obatalá les preguntó el nombre del hombre que se encontraba parado afuera. Ellos no reconocieron a Ejiogbe, Obatalá les dijo que fueran a rendirle tributo, uno tras otro, y a tocar el suelo con su cabeza a los pies de Ejiogbe. A partir de entonces, Obatalá proclamó oficialmente a Ejiogbe rey de los olodús de Orúnmila.​
Casi al unísono, todos los demás olodús refunfuñaron disgustados y no ocultaron su descontento con el nombramiento de un olodú joven como el jefe de ellos, entonces Obatalá les preguntó cómo habían compartido los animales que les había dado durante los días del período de prueba. Ellos le explicaron y Obatalá les preguntó quién había recibido la cabeza de cada uno de los animales y confirmaron que en cada caso, se la habían dado a Ejiogbe. Obatalá les explicó que fueron ellos quienes nombraron de manera inconsciente rey a Ejiogbe, ya que cuando la cabeza está fuera del cuerpo el resto no tiene vida, dicho esto, se marcharon, pero al salir de la casa de Obatalá, todos decidieron mantener a Ejiogbe a una distancia prudencial, también decidieron no reconocerlo, ni servirle, ni visitarlo. Antes de dispersarse, Ejiogbe compuso un Ese especial para neutralizar todas las maquinaciones malévolas en contra suya; el Ese en cuestión es el siguiente:
Oya ni ki owo won yaa​
Owuwu oni koo wo won deenu​
Ikpe akiko kiiga akika​
Ikpe orire I gun orire deenu​
Etuu kii olo tu won ni mo​
Inu lo otin ire efo ebire waa​
Con este Ese especial, Ejiogbe utilizó hojas apropiadas de Ifá
Después de este incidente, los olodús le dijeron que para ellos aceptarlo como rey tendría que hacerles una fiesta con: doscientas güiras de puré de ñame, doscientas ollas de sopa preparadas con diferentes tipos de carnes, doscientos güiros de vino, doscientas cestas de semillas de cola...... Y le dieron siete días para organizar la fiesta.​
A simple vista huelga decir que parecía una tarea imposible porque ellos sabían que Ejiogbe no tenía con qué costear una fiesta de tal magnitud. Este se sentó a lamentar su desgracia y la perspectiva de seguir siendo un pastor sin ovejas.​
A la sazón, Esu vino a preguntarle el porqué de su melancolía, y Ejiogbe le explicó que no tenía dinero para costear la fastuosa fiesta que los olodús le habían pedido para subordinarse a él. Esu le respondió que el problema se podía resolver si le ofrendaba otro macho cabrío. Ejiogbe no perdió tiempo en hacerle la ofrenda a Esu, después de comerse el macho cabrío, Esu le dijo que preparara sólo un plato de cada alimento y que colocara en fila ciento noventa y nueve recipientes adicionales vacíos -uno para cada uno- en el cuarto donde se celebraría la fiesta el día señalado.​
Eyjiogbe hizo lo que dijo Esu, mientras tanto, los olodús se burlaban de él porque sabían que no había forma de que Ejiogbe pudiera costear dicha fiesta. Al séptimo día, los olodús fueron uno por uno a visitarlo para preguntarle por la fiesta. Como no escucharon los ruidos del mortero desde la cocina pensaron que no había fiesta. Mientras, los recipientes vacíos se encontraban en fila, Esu fue al cuarto de la fiesta y le ordenó al único plato de cada alimento multiplicarse y llenar todos los recipientes vacíos. Instantáneamente todas las güiras, las ollas, las cestas ......., se llenaron de comida recién elaborada y la fiesta estuvo lista.​
Cuando Oyekú Meji llegó a la fiesta, se asombró de ver todo lo que estaba listo. Sin esperar la invitación formal se sentó a comer. Los siguientes:​
Iwori Meji, Idí Meji, Obara Meji, Okonrón Meji, Irosun Meji, Owanrin Meji, Ogundá Meji, Osá Meji, Eturá Meji, Irete Meji, Eká Meji, Eturukpón Meji, Osé Meji y Ofún Meji, antes de darse cuenta de lo sucedido, habían comido y bebido a su antojo.
Después de la fiesta, todos cargaron a Ejiogbe y lo elevaron sobre sus cabezas mientras bailaban en una procesión y cantaban sus distintos rezos según para que se inmolaba​
Ay un concepto equivocado sobre sacrificio y inmolación el sacrificio seria como el daño que se causa a un animal sin ningún fin solo puede sacrificarse para comer ,por deporte, o por maldad y dentro del africanismo este no entraría sino que inmolamos al animal con un fin religioso espiritual intercambiando la vida de ese animal sacando de ella lo espiritual y brindándoselo al que recibe esa bendición desde el mas allá 

Cuando Olofi se enfermo




Leyenda

Es amigable con todos los Orixas porque valoran su amistad y por una muy buena razón, como será visto en la siguiente historia.
Poco después que los asuntos de la tierra habían sido resueltos. Olofi se enfermo con una extraño mal que agotaba todas sus fuerzas y debilito sus poderes. Uno por uno llamo a todos los Orixá para ver si podían usar algo de el Asé que les había dado , para ver si podían curarlo de su enfermedad, primero llego Orunla con el sistema de adivinación de Ifá para tratar d determinarlo que afligía a el creador. Pero hasta el oráculo divino resulto inútil contra el extraño mal. Obatalá lo intento después y luego Sapanna seguido por Iemanjá y Oyá, pero todo fue en vano. La persistente enfermedad continua consumiendo al creador. Desconcertados por su incapacidad de curar a Olofi, y entristecidos por su condición cada vez peor, los Orixas se sentaron junto al creador para meditar cual seria la siguiente acción a tomar. Mientras estaban sentados consultando, golpearon en la puerta. Obatalá se levanto para responder, pero antes de llegar a la puerta esta se abrió fuertemente y apareció Bara "Oí que Baba estaba enfermo y vine a curarlo" (dijo con una sonrisa) Se que piensan que soy muy joven e ignorante para ser consultado cuando hay problemas, pero quiero demostrarles lo equivocados que están" Mostró una insolente sonrisa abierta a los pasmados Orixas y se pavoneo a través de la habitación hasta la cabecera del creador. Obatalá fue el primero en recuperarse de la sorpresa, Haciendo una señal a los demás para que permanecieran en silencio, inmediatamente se hizo al lado de Bara "Por favor Baba, perdona la impetuosidad de Bara" Dijo al creador. "Solo es un joven, pero tiene buenas intenciones, haré que se retire enseguida" "Bara volteo rápidamente hacia el. no necesito que defiendas mi caso", dijo bruscamente a Obatalá" Y respecto a marcharme, no lo haré hasta que Baba este curado" Olofi se sentó en la cama con gran esfuerzo y levanto una mano. "Obatalá" dijo" tú y los otros Orixas trataron de curarme y no pudieron. Aprecio tu interés, pero creo que todos mereces una oportunidad, Deja que el muchacho lo intente. Después de todo, pudo haber aprendido cosas vagando por el bosque, cosas que nosotros no sabemos. Déjenme con el, los llamare si los necesito". Renuentemente los Orixá mayores se pararon y salieron de la habitación. Tan pronto como quedo solo con el creador, Bara metió la mano en la mochila que siempre cargaba y saco un manojo de hierbas frescas" Aquí esta tu cura Baba", dijo" las triturare en agua y tan pronto te las hallas tomado estarás bien, sintiéndote mejor que antes de enfermar". Minutos después los Orixas que estaban esperando ansiosamente alrededor del la puerta, oyeron que Olofi los llamaba. Entraron a la habitación, esperando encontrar al creador enfermo, y a Bara castigado por su insolencia, en lugar de eso, vieron a Olofi parado orgullosamente erecto, irradiando buena salud y majestad, Con un brazo afectuosamente puestos sobre los hombros de Bara. Él les sonrió paternalmente "mis Hijos", dijo, "Mi viejo instinto no me fallo". Bara efectivamente tenia la cura para mi enfermedad, obviamente aunque ninguno de nosotros lo sabia el ha adquirido gran sabiduría. Puede ser joven, pero ciertamente ha alcanzado su mayoría de edad. Quiero recompensarlo por su oportuna ayuda. Desde ahora el será el primer Orixá honrado en todas las ceremonias. Él es el guardián de todas las puertas y caminos. Sin su permiso no puede ser realizado ningún trabajo, grande o pequeño. Hónrenlo ahora incluso como yo mismo lo hago "Luego saco una llave de oro y se la dio a Bara para significar su protección de las puertas. Es, meritorio de Bara que no saboreara su triunfo ni intentara humillar a los otros Orixá por sus fracasos. Siendo sabio mas allá de sus años sabia que lo mejor era ser amigable con sus mayores. Y loa otros Orixas viendo su amable y humilde actitud, con mucho gusto aceptaron la orden de Olofi. Hubo mucho regocijo en el palacio de Olofi por su recuperación, y desde ese día en adelante. Bara tomo su legitimo lugar entre los Orixas.

Como Olofi lo había previsto, nuevos Orixas llegarían a la tierra




Como Olofi lo había previsto, nuevos Orixas empezaron a apareces en la tierra. Con la creación de los ríos, la Orixá Oxum, quien es la patrona de todas las aguas de estos y particularmente del rió que lleva su nombre, hizo su aparición. Al mismo tiempo surgieron los Orixas Obá y Oyá. La primera se convirtió en la patrona del rió que lleva su nombre, mientras Oyá era la patrona del rió Níger (Odo Oyá en Yoruba). Olofi otorgo a Oxúm la posesión del oro y el patronato del amor y el matrimonio. A Obá la hizo patrona del hogar, Mientras que a Oyá le otorgo los vientos y también la hizo guardiana de los cementerios. Mientras Obatalá, de quien se dice tiene veinticuatro aspectos, algunos femeninos, consiguió una nueva esposa llamada Yemmu (de acuerdo a la tradición, Yemmu es uno de los aspectos femeninos de Obatalá)De la unión de Obatalá y Yemmu nació un hijo que llamaron Ogúm. Cuando este creció se convirtió en el Orixá que gobierna todos los metales, especialmente el hierro. También quedo asociado con los bosques, donde se dice que pasa la mayor parte del tiempo. También en los bosques, de 
​descendencia incierta nacieron los Orixas Ode-Otim, Ode patrono de la cacería, el y Ogúm se hicieron grandes amigos fieles y tuvieron innumerables aventuras juntos. La mayoría de estas aventuras fueron compartidas por un tercer Orixá, el temible Bara, quien es uno de los mas pintorescos e importantes de los Orixas.Hay muchas leyendas acerca del origen de Bara, De acuerdo a la más popular, en un tiempo él fue un joven príncipe, cuyos padres eran el rey Oquiboru y su esposa Anaqui.
​Un día Bara decidió continuar una expedición de caza con sus amigos. Habían estado cabalgando por un tiempo, cuando repentinamente el príncipe vio que aparecían tres ojos brillando en la distancia. Detuvo la cabalgata y ordeno que lo esperaran mientras iba a investigar las extrañas luces. Cuando se acerco mas observo que las tres luces emanaban de un coco (obí) seco. Recogió el raro objeto y lo llevo al palacio de su padre. Pero cuando lo mostró a sus padres ellos no se impresionaron. El mismo Bara pronto perdió interés en el coco y lo tiro despreocupadamente detrás de una puerta. Tiempo después el rey hizo una fiesta, y luego de que todos los incitados llegaron, el coco empezó a emitir las mismas luces extrañas que a Bara tanto le habían llamado la atención. Aterrorizados por lo sucedido todos los invitados huyeron del palacio. Tres días después Bara murió.
El coco, abandonado detrás de la puerta, continuo brillando por un tiempo pero igual dejo de emitir sus extrañas luces, Casi al mismo tiempo, el reino de Oquiboru empezó a perder su prosperidad, el hambre y la pobreza pronto cubrirían sus tierras con un manto de desesperación. El rey ordena a los sacerdotes que investigaran el fenómeno y luego de muchas consultas con sus oráculos concluyeron que los problemas eran causados por el abandono del coco encontrado por el fallecido príncipe, Cuando fueron a buscar el Obi, encontraron que este se había podrido y estaba medio comido por los insectos. Después de algunas consultas adicionales, los sacerdotes le dijeron al rey, que el coco debía ser reemplazado por una piedra, un símbolo de prosperidad más duradero y estable. Por consiguiente, el coco fue removido y se puso una gran piedra en su lugar detrás de la puerta, Poco después el reino retorno a su anterior gloria. Esta historia enfatiza la importancia que las piedras (Otá) tiene como símbolo de los Orixas. En otra leyenda sobre el origen de Bara se dice que el es hijo de Alabwanna, identificado también como la "Anima sola", que se considera un alma perdida en busca de iluminación. Según la historia, poco después que creció como para cuidarse a si mismo, el travieso Bara encadeno a su madre de pies y manos y salió al bosque en busca de aventuras. Hay otras historias concernientes a Bara y su nacimiento, incluyendo en la que se dice que es hijo de Oyá, pero en realidad los orígenes de este Orixá son vagos, todo lo que se sabe en realidad es que apareció un día completamente crecido y listo para la acción y que los Orixá le muestran un gran respeto mezclado con dosis de temor. Bara sin reparar en su incierto origen tiene el poder de cruzarse en el camino de cualquiera, incluyendo en el del poderoso Obatalá. Entre los yoruba, Bara es conocido también como Exú o Elegbara. De a cuerdo a sus leyendas, el fue uno de los compañeros de Oddudúa cuando Ife fue creada inicialmente. Después se convirtió en ayudante de Orunmila en el sistema de adivinación conocido como Ifá. Se dice que llego a ser el rey de la ciudad de Ketu, donde aun es venerado por sus habitantes. Para los yoruba, Bara tiene grandes poderes fálicos y puede dar o quitar virilidad de cualquier hombre. También es una deidad contradictoria con muchas cualidades disparejas, a veces benéficas y otras malévolas. En Brasil, donde se conoce mejor como Esú, ha sido sincretizado con el diablo. En la santería Cubana, el Orixá conocido como Eleggua.En contraste con su contraparte Brasileña, el Eleggua de Cuba ha sido sincretizado con varios Santos Católicos, tales como San Antonio, uno de los más puros y milagrosos. Esta curiosa identificación tal ves se deba ha que Eleggua al igual que San Antonio s capaz de realizar milagros y de solucionar los problemas mas difíciles, pero en su aspecto negativo puede causar estragos, y a menudo esta ocupado causando problemas para los incautos. Estos aspectos contradictorios del Orixá son vistos en la Santería como parte de su naturaleza ambivalente. Bara es identificado con el destino, que a veces nos trae alegría y otras dolor, El es sobre todo un gran campeón de la justicia, se deleita al castigar a los culpables y recompensar a los inocentes. Hay innumerables leyendas sobre Bara. De hecho a menudo aparece en las leyendas de los demás Orixas. Esto se debe a que el esta en todas partes, en los bosques, detrás de las puertas en los cruces de caminos, el mar y campos abiertos. Se dice que tiene veintiún aspectos y un nombre diferente para cada uno, además de trabajar con un Orixá diferente