Los Orixás son deidades sagradas y presentas en la cultura africana que posteriormente tomaron parte en la cultura brasileña. Ese contexto mitológico y religioso se mezcló con otros aspectos de la religión católica impuesta por la colonia portuguesa así como las creencias indígenas ya existentes.
Ese pequeño cuento nos ilustra la creación de la Tierra por esos Orixás que tan fuertemente se impregnarán también en los aspectos mitológicos y religiosos.
Olorun, dios supremo, creó un ser a partir del aire y del agua.
Ese ser encantado, todo blanco y muy poderoso, fué llamado Oxalá. A continuación creó otro orixá que poseía el mismo poder del primero y lo llamó Nanan. Ambos nacieron de la voluntad de Olorun en crear el Universo.
Oxalá pasó a representar la esencia masculina de todos los seres, haciéndose el lado derecho deOlorum. Nanan tendría la esencia femenina y representaría el lado izquierdo. Otros orixás también fueron creados y se hizo un verdadero ejército a servicio de Olorun, cada cual con una función determinada para ejecutar los planos divinos.
Exú fué el tercero elemento creado y sería el vínculo entre todos los orixás, y de ellos con Olorun. Así, es costumbre prestarle homenaje antes de cualquier otro una vez que él encamina todos los mensajes y lleva los ebós.
Olorun confió a Oxalá la misión de crear la Tierra y le regaló toda sabiduría y poderes necesarios para el suceso de su tarea. Le entregó una calabaza (cabaça) que contenía todo axé (energía vital) que sería utilizado.
Oxalá, orgulloso que estaba por haber recibido dicho honor, decidió no hacer más las reverencias aExú.
Exú, al darse cuenta que Oxalá había partido sin hacerle las debidas ofrendas, previó que su misión no se cumpliría y que sin su ayuda Oxalá no lograría llegar al sitio indicado por Olorum.
El camino era largo y dificil y Oxalá empezó a sentir mucha sed, no obstante, dada la importancia de su misión no podría darse el lujo de parar. No aceptó nada que se le ofreción, siquiera cuando pasaba cerca de un río. Más adelante, se encontró con un poblado donde le ofrecieron leche de cabra para la sed y también lo recusó.
Todos los caminos le parecían iguales y después de mucho caminar se sintió desorientado. De repente avistó a una palmera exuberante y ya delirando alcanzó al tronco del árbol con su cayado y sorbió todo el líquido que salía de sus entrañas (era el vino de palma). Borrado por la bebida, se desmayó y alli estubo por mucho tiempo.
Exú avisó a Nanan de que Oxalá no había hecho la ofrenda y por ello no terminaría su tarea. Ella, actuando por cuenta propia decidió consultar um babalawô (sacerdote) para realizar debidamente las ofrendas. Ese le enumeró una serie de cosas que ella tendría que ofrecer, entre ellas un camaleón, una paloma, una gallina con cinco dedos y un collar de nueve cuentas. Exú lo aceptó todo pero se quedó solamente con el collar y se lo devolvió todo lo demás a Nanan. Otros sacrificios se realizaron hasta que Olorun la llamó para buscar a Oxalá, quien se había olvidado al “saco de la creación” con el cual crearía la Tierra. Nanan, nada más terminar las ofrendas, empezó a buscar Oxalá y lo encontró dormido muy cerca del local indicado.
Olorun, sabiendo de su fracaso¸ordenó que la misma Nanan terminase la tarea con la ayuda de todos los orixás. Y así se hizo... Nanan tomó el saco de la creación y se lo entregó a la paloma para que volase en círculos. La gallina de cinco dedos fue puesta en libertad para dispersar toda la tierra que allí había y finalmente el camaleón la arrastró vagarosamente para compactala y hacerla firme.
Cuando Oxalá se despertó se dió cuenta que la Tierra había sido creada... y no por sus manos. Desesperado buscó a Olorum quien lo advertió severamente por no haber hecho las reverencias a Exú,juzgándose superior a él. Oxalá se arrempentió y pidió perdón. Olourm, siempre magnánimo le encargó una nueva e importante tarea que sería la de crear todos los seres que vendrían a habitar la Tierra... y ahora ya no podría fallar.
Tomando el mismo barro del cual se hizo la Tierra, Oxalá modeló a todos los seres y les insufló su aliento sagrado... les dió vida.
Así Nanan y Oxalá desempeñaron tareas de igual importancia, con la ayuda de todos los orixás, y hicieron posible el surgimiento del nuevo y maravilloso mundo.
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