La defumación es esencial para cualquier trabajo en un terreiro de Umbanda. Es también una de las cosas que más llaman la atención de quien va por la primera vez a asistir a un trabajo.
En general la defumación en la Umbanda es siempre acompañada de puntos cantados específicos para defumación.
Historia sobre la defumación:
Desde los tiempos inmemoriales, de los hombres de las cavernas, es que la quema de hierbas y resina es atribuida a la posibilidad de la modificación ambiental, a través de la defumación. En la Umbanda, como en otras religiones, sectas y dogmas, también nos servimos de este recurso, que tiene la función principal de limpiar y equilibrar el ambiente de trabajo de acuerdo con la necesidad.
Hace 4.000 años, existía una ruta de comercio donde se cruzaban culturas más antiguas del Mediterráneo y África y fue bien en el medio de esta ruta que nació la mayor civilización de esta época: Egipto.
La antigua civilización de Egipto era devota en dirigir los sentidos a lo Divino. El uso de las fragancias era muy limitado. Las fragancias de los aceites eran usadas como perfumes, en la medicina y para uso estético, y todavía, para la construcción en los rituales. Esto confirma que en Egipto se utilizaba el incienso desde los tiempos antiguos.
Cuando Egipto se hizo un país fuerte, sus gobernantes importaron en tierras distantes incienso, sándalo, mirra y canela. Los faraones se enorgullecían en ofrecer a las diosas y a los dioses enormes cantidades de maderas aromáticas y perfumes de plantas, quemando millares de cajas de estos materiales preciosos.
Todas las mañanas las estatuas eran untadas por los sacerdotes con aceites aromáticos.
Sin duda el incienso egipcio más famoso fue el Kyphi, que se quemaba durante las ceremonias religiosas para dormir, aliviar la ansiedad e iluminar los sueños.
Los sumerios ofrecían bayas de enebro como incienso a la diosa Inanna. Más tarde los babilonios continuaron un ritual quemando ese suave aroma en los altares de Ishtar.
Todo indica que el enebro fue el incienso más utilizado, eran usadas otras plantas también, madera de cedro, pino, ciprés, arrayán, cálamo entre otras que eran ofrecidas a las divinidades.
¿Qué es la defumación?
Al quemar las hierbas, liberamos en algunos minutos de defumación todo el poder energético aglutinado en meses o años absorbidos del suelo de la Tierra, de la energía de los rayos del sol, de la luna, del aire, más allá de los propios elementos constitutivos de las hierbas. De este modo, se proyecta una fuerza capaz de descargar miasmas astrales que dominan la mayoría de los ambientes humanos, producto de la baja calidad de pensamientos y deseos, como rabia, venganza, envidia, orgullo, daño, etc.
Existen, para cada objeto que se tiene al hacerse una defumación, diferentes tipos de hierbas, que asociadas permiten energizar y armonizar personas y ambientes, pues al quemarlas, producen reacciones agradables, repulsivas, picantes o corrosivas, que ponen en fuga algunos desencarnados de vibración inferior. Los antiguos magos, gracias a su conocimiento y experiencia incomún, sabían combinar ciertas hierbas de emanaciones tan poderosas que trazaban barreras instransponibles a los espíritus intrusos o que tenían intención turbarles el trabajo de magia.
A pesar de las hierbas servir de barreras fluidico-magnéticas para los espíritus inferiores, su poder es temporal, pues los hermanos del plano astral de baja vibración son atraídos nuevamente por nuestros pensamientos y actos turbios, que nos dejan en la misma faja vibratoria inferior (ley de afinidades).
Por lo tanto, vigilancia en cuanto al nivel de los pensamientos y actos.
Existen dos tipos de defumaciones: la defumación de descarga y defumación lustral.
Defumación de descarga.
Ciertas cargas pesadas se agregan a nuestro cuerpo astral durante nuestra vivencia cotidiana, o sea, pensamientos y ambientes de vibración pesada, rencores, envidias, preocupaciones, etc. Todo eso produce (o atrae) ciertas formas-pensamientos que se adhieran a nuestra aura y nuestro cuerpo astral, bloqueando sutiles comunicaciones y transmisiones energéticas entre los dichos cuerpos.
Más allá de eso, los hogares y los locales de trabajo pueden ser objetivo de espíritus atrasados, que penetran en estos ambientes y esparcen fluidos negativos. Para apartar definitivamente estas entidades de nuestro convivio, tendremos primero que cambiar en actos, gestos y pensamientos, apartando de nuestras mentes aquella corriente que nos liga a estos seres.
La defumación sirve para apartar seres del bajo astral y disipar larvas astrales que impregnan un ambiente, tornándolo pesado y de difícil convivencia para las personas que en él habitan.
Pues bien, la defumación tiene el poder de descargar estas cargas, a través de los elementos que compone, pues inter-penetra los campos astrales, mental y el aura, tornándolos nuevamente “libertos” de tal peso para producir su funcionamiento normal.
Y por ese motivo, Dios entregó a Ossae las hierbas que, serían usadas para destruir tales fluidos y apartar estos espíritus.
Comience barriendo el hogar o local de trabajo, y encendiendo una vela para su ángel de la guarda, después, llevando en una de las manos una copa con agua, comience a defumar el local de la puerta de los fondos para la puerta de la calle.
Defumación lustral
Más allá de apartar algunas investigaciones que por ventura habían quedado después de la defumación de descarga, ella atrae para estos ambientes, corrientes positivas de los Orixás, Caboclos, y Negros Viejos, que se encargarán de abrir sus caminos.
Encienda una vela para su ángel de la guarda. Llevando una copa con agua, comience a defumar su casa o su local de trabajo, de la puerta de la calle para dentro. No se olvide que la defumación lustral deberá ser hecha después de la de descarga.
En general la defumación en la Umbanda es siempre acompañada de puntos cantados específicos para defumación.
Historia sobre la defumación:
Desde los tiempos inmemoriales, de los hombres de las cavernas, es que la quema de hierbas y resina es atribuida a la posibilidad de la modificación ambiental, a través de la defumación. En la Umbanda, como en otras religiones, sectas y dogmas, también nos servimos de este recurso, que tiene la función principal de limpiar y equilibrar el ambiente de trabajo de acuerdo con la necesidad.
Hace 4.000 años, existía una ruta de comercio donde se cruzaban culturas más antiguas del Mediterráneo y África y fue bien en el medio de esta ruta que nació la mayor civilización de esta época: Egipto.
La antigua civilización de Egipto era devota en dirigir los sentidos a lo Divino. El uso de las fragancias era muy limitado. Las fragancias de los aceites eran usadas como perfumes, en la medicina y para uso estético, y todavía, para la construcción en los rituales. Esto confirma que en Egipto se utilizaba el incienso desde los tiempos antiguos.
Cuando Egipto se hizo un país fuerte, sus gobernantes importaron en tierras distantes incienso, sándalo, mirra y canela. Los faraones se enorgullecían en ofrecer a las diosas y a los dioses enormes cantidades de maderas aromáticas y perfumes de plantas, quemando millares de cajas de estos materiales preciosos.
Todas las mañanas las estatuas eran untadas por los sacerdotes con aceites aromáticos.
Sin duda el incienso egipcio más famoso fue el Kyphi, que se quemaba durante las ceremonias religiosas para dormir, aliviar la ansiedad e iluminar los sueños.
Los sumerios ofrecían bayas de enebro como incienso a la diosa Inanna. Más tarde los babilonios continuaron un ritual quemando ese suave aroma en los altares de Ishtar.
Todo indica que el enebro fue el incienso más utilizado, eran usadas otras plantas también, madera de cedro, pino, ciprés, arrayán, cálamo entre otras que eran ofrecidas a las divinidades.
¿Qué es la defumación?
Al quemar las hierbas, liberamos en algunos minutos de defumación todo el poder energético aglutinado en meses o años absorbidos del suelo de la Tierra, de la energía de los rayos del sol, de la luna, del aire, más allá de los propios elementos constitutivos de las hierbas. De este modo, se proyecta una fuerza capaz de descargar miasmas astrales que dominan la mayoría de los ambientes humanos, producto de la baja calidad de pensamientos y deseos, como rabia, venganza, envidia, orgullo, daño, etc.
Existen, para cada objeto que se tiene al hacerse una defumación, diferentes tipos de hierbas, que asociadas permiten energizar y armonizar personas y ambientes, pues al quemarlas, producen reacciones agradables, repulsivas, picantes o corrosivas, que ponen en fuga algunos desencarnados de vibración inferior. Los antiguos magos, gracias a su conocimiento y experiencia incomún, sabían combinar ciertas hierbas de emanaciones tan poderosas que trazaban barreras instransponibles a los espíritus intrusos o que tenían intención turbarles el trabajo de magia.
A pesar de las hierbas servir de barreras fluidico-magnéticas para los espíritus inferiores, su poder es temporal, pues los hermanos del plano astral de baja vibración son atraídos nuevamente por nuestros pensamientos y actos turbios, que nos dejan en la misma faja vibratoria inferior (ley de afinidades).
Por lo tanto, vigilancia en cuanto al nivel de los pensamientos y actos.
Existen dos tipos de defumaciones: la defumación de descarga y defumación lustral.
Defumación de descarga.
Ciertas cargas pesadas se agregan a nuestro cuerpo astral durante nuestra vivencia cotidiana, o sea, pensamientos y ambientes de vibración pesada, rencores, envidias, preocupaciones, etc. Todo eso produce (o atrae) ciertas formas-pensamientos que se adhieran a nuestra aura y nuestro cuerpo astral, bloqueando sutiles comunicaciones y transmisiones energéticas entre los dichos cuerpos.
Más allá de eso, los hogares y los locales de trabajo pueden ser objetivo de espíritus atrasados, que penetran en estos ambientes y esparcen fluidos negativos. Para apartar definitivamente estas entidades de nuestro convivio, tendremos primero que cambiar en actos, gestos y pensamientos, apartando de nuestras mentes aquella corriente que nos liga a estos seres.
La defumación sirve para apartar seres del bajo astral y disipar larvas astrales que impregnan un ambiente, tornándolo pesado y de difícil convivencia para las personas que en él habitan.
Pues bien, la defumación tiene el poder de descargar estas cargas, a través de los elementos que compone, pues inter-penetra los campos astrales, mental y el aura, tornándolos nuevamente “libertos” de tal peso para producir su funcionamiento normal.
Y por ese motivo, Dios entregó a Ossae las hierbas que, serían usadas para destruir tales fluidos y apartar estos espíritus.
Comience barriendo el hogar o local de trabajo, y encendiendo una vela para su ángel de la guarda, después, llevando en una de las manos una copa con agua, comience a defumar el local de la puerta de los fondos para la puerta de la calle.
Defumación lustral
Más allá de apartar algunas investigaciones que por ventura habían quedado después de la defumación de descarga, ella atrae para estos ambientes, corrientes positivas de los Orixás, Caboclos, y Negros Viejos, que se encargarán de abrir sus caminos.
Encienda una vela para su ángel de la guarda. Llevando una copa con agua, comience a defumar su casa o su local de trabajo, de la puerta de la calle para dentro. No se olvide que la defumación lustral deberá ser hecha después de la de descarga.