Breve Historia de la Interpretación de los Sueños.
La historia de la interpretación de los sueños data del año
3000-4000 A.C. Estas interpretaciones y el significado de sueños dado se
documentaron en tabletas de arcilla. Se dice que las personas de sociedades
primitivas eran incapaces de distinguir entre la realidad y el mundo de los
sueños. No solamente veían el mundo de los sueños como una extensión de la
realidad, sino que también para ellos, el reino de los sueños era un mundo más
poderoso.
En las épocas griega y romana, los intérpretes de sueños
acompañaban a líderes militares en la batalla. Los sueños eran sumamente
importantes y frecuentemente vistos como los mensajes de los dioses. Los sueños
eran tratados en un contexto religioso y en Egipto, los sacerdotes también
actuaban como intérpretes de sueños. Los egipcios registraron sus sueños en
jeroglíficos. A las personas con sueños particulares vívidos e importantes se
les creía bendecidas y se consideraban especiales. Aquellos que tenían el don
para interpretar los sueños eran muy solicitados y tratados especialmente. En
la Biblia, hay cerca de setecientos menciones de sueños, el sueño aparece como
una de las formas elegidas por Dios para transmitir su palabra a algunos de sus
hijos mortales. Para tomar un ejemplo, en el libro del Génesis, se nos cuenta
que al anochecer "cayó sobre Abraham un sueño profundo y le envolvió una
oscuridad terrorífica". Entonces, Dios le comunica a Abraham lo que
ocurría con sus descendientes hasta la cuarta generación.
Si miramos retrospectivamente a estas culturas ancestrales,
las personas siempre han tenido una inclinación a interpretar los sueños.
Los sueños también tenían calidad de proféticos.
Frecuentemente se buscaba en los sueños señales de advertencia y consejo. Era
un oráculo o augurio de los espíritus, bien sea un mensaje de una deidad, de
antepasados o incluso los trabajos de demonios. Los sueños frecuentemente
dictaron las acciones de líderes políticos y militares y ayudaron en el
diagnóstico a aquellos que practicaban distintas formas de medicina. Los sueños
eran una pista vital para sanadores para conocer cual era la enfermedad del
soñador y se usaban para hacer un diagnóstico. La gente en las antiguas Grecia
y China buscaban en sus sueños pistas para decidir sus actuaciones.
El mundo de los sueños puede verse como un lugar real al
cual el espíritu y el alma van cada noche a visitar. Los chinos creían que el
alma dejaba sus cuerpos para ir a este mundo. Sin embargo, si eran
repentinamente despertados, su alma podría fracasar en volver al cuerpo. Por
esta razón, aun hoy en día, algunos chinos son reservados con los
despertadores.
En algunas partes de Europa, como Transilvania, se cuidaba
de mantener cerrada la boca de los niños dormidos para que el alma, que tiene
algo de pájaro, no pueda salir del cuerpo de la criatura, o bien se
desaconsejaba dormir durante unos días cerca del lugar donde había muerto un
hombre para no toparse con su espíritu que, algo desconcertado por su nueva
condición de muerto, busca con desesperación comunicarse con algún ser querido.
Los malayos intentaban tiznar el rostro de su enemigo mientras dormía para que,
de regreso, el alma no reconociera a su dueño.
Algunas tribus indígenas americanas comparten esta misma
noción de una dimensión distinta del sueño. Ellos creían que sus ascendientes
vivían en sus sueños y tomaban formas no humanas, por ejemplo, plantas. Ellos
veían los sueños como una forma de visitar y tener contacto con sus ancestros.
Los sueños también les ayudaban a indicar su misión o papel en la vida.
A finales del siglo XVIII, los sueños habían perdido la
importancia que tuvieron a través de los siglos y se les tomaba como producto
de la ansiedad o simple indigestión, por lo tanto, no se les daba significado
alguno. Más tarde, en siglo XIX, Sigmund Freud revivió la importancia de los
sueños, su significado y necesidad de interpretación. Freud verdaderamente
revolucionó el estudio de sueños.
Significado de los Sueños
Estás entrando en el mundo de los sueños; un mundo
misterioso y fascinante donde las reglas de la realidad no aplican. Aquí
encontrarás herramientas que te permitirán encontrar la clave para descubrir e
interpretar el significado de tus sueños. Esperamos poder ayudarte a
encontrarles sentido y a lograr una mejor comprensión de ellos.
Desde la antigüedad los sueños han sido considerados una
forma de contacto con la divinidad y la mejor forma de vaticinar eventos
futuros.Los sueños nos traen cada noche universos insólitos, personajes
misteriosos, visiones infernales o angelicales, episodios maravillosos que no
podríamos vivir despiertos.
Soñar es abrir una puerta de la mente. Todas las esperanzas, ambiciones, deseos, miedos, fantasmas, amigos, tiempos buenos y malos residen allí, son parte de la mente primitiva y constituyen una vía de acceso a realidades que están más allá del alcance de la lógica, han sido objeto de estudio a través de los siglos y forman una parte importante del psicoanálisis moderno.
Soñar es abrir una puerta de la mente. Todas las esperanzas, ambiciones, deseos, miedos, fantasmas, amigos, tiempos buenos y malos residen allí, son parte de la mente primitiva y constituyen una vía de acceso a realidades que están más allá del alcance de la lógica, han sido objeto de estudio a través de los siglos y forman una parte importante del psicoanálisis moderno.
Sabemos que tus sueños son únicos. Ninguna otra persona
puede tener tus antecedentes, tus emociones, o tus experiencias. Cada sueño se
conecta con su propia "realidad". Por lo tanto, al interpretarlos, es
importante ponerlos en el contexto de tus experiencias y vida personal.
Recuerda que un sueño unifica al cuerpo, mente, y espíritu.
Provee conocimientos sobre nosotros mismos y medios para la exploración de la
propia personalidad. Si comprendes tus sueños, te habrás conocido y entendido
un poco mejor y puedes llegar a conocer y mejorar aspectos de tu propia
personalidad.
Los sueños parecen ser una manera por la cual el
subconsciente considera, clasifica y procesa todos los problemas que se
encuentran en la vida despierta. Muchas personas piensan que todo lo que se ha
dicho sobre la mente y el psicoanálisis, relacionado con la interpretación de
los sueños, son tonterías, pero no deberíamos caer en el error de pensar que se
trata de una seudociencia. El trabajo de famosos psicoanalistas como Freud y
Jung ha ayudado a miles de personas normales y sanas, por no mencionar los
muchos casos de perturbaciones mentales graves. Sus hallazgos pueden ser
aplicados de una forma sencilla a la propia experiencia de cada uno. Al igual
que los médicos pueden tratar enfermedades físicas graves y enseñar al mundo en
general las reglas básicas de la higiene personal o del hogar, también los
psicólogos han enseñado a personas bien equilibradas, como pueden conocerse a
sí mismas y llevar una vida más feliz.
Los sueños se constituyen de pensamientos del soñador. Es
muy difícil, si no imposible, interpretarlos si no se conoce al soñante. Para
reconocer el significado, es necesario conocer los "antecedentes" de
la persona. Por esta misma razón, la mejor interpretación la puede dar el mismo
soñante. El diccionario de símbolos en los sueños es sólo una guía para
desarrollar esta labor.
Aprovecha esta oportunidad que te brinda tu subconsciente,
descubre el sitio, investiga tus sueños, conoce personas con sueños similares,
aprovecha las experiencias de los demás, compartiendo los tuyos propios.
Sueños Lúcidos o Conscientes
Los sueños conscientes ocurren cuando el soñante se da
cuenta que sueña en medio de su sueño. "Espera un momento, ¡esto es sólo
un sueño!" La mayoría de los soñantes se despiertan una vez que se dan
cuenta que sólo están soñando. Otros soñantes han desarrollado la habilidad de
permanecer en el estado consciente de soñar. Pueden incluso llegar a ser
participantes activos en su sueño, tomar decisiones en sus sueños e influir en
el resultado de su sueño sin despertar.
Las leyes de la física y las de la sociedad se derogan en
los sueños. Los límites sólo son los de tu imaginación. Se desperdicia mucho el
potencial de sueños porque las personas no reconocen que sueñan.
Cuando no estamos lúcidos en un sueño, pensamos y nos
comportamos como si estuviéramos despiertos en realidad. Esto puede llevar a
frustración vana, confusión y desperdicio de energía, y en mucho peor caso,
pesadillas espantosas. Nuestro esfuerzo por dar un resultado así ansiedad sueña
con fechas tope, exámenes que se olvidan, perdidas de cualquier manera, y así
sucesivamente. Los sueños de Ansiedad y las pesadillas se pueden superar
gracias al sueño lucido, porque si sabes que sueñas, no tienes nada temer. Las
imágenes del sueño no pueden herirte. Los sueños lúcidos, además te ayudan a
llevar tus sueños en direcciones que te satisfagan, disfrutar aventuras
fantásticas, y superar pesadillas, pueden ser herramientas valiosas para tener
éxito en tu vida despierta. Los soñadores lúcidos pueden emplear
deliberadamente el potencial natural de la creatividad para resolver problemas
e inspiración artística. Atletas, ejecutantes, o alguien que da presentaciones
puede preparar, practicar y pulir sus ejecuciones mientras duermen. Esto es
sólo una de las muchas maneras en la que el sueño lucido puede ser empleado
para mejorar sus vidas.
Hay varios métodos de inducir los Sueños lúcidos. El primer
paso, indiferente del método, está en desarrollar tus cualidades para recordar
tus sueños hasta que puedas recordar por lo menos un sueño por noche. Entonces,
si tienes un sueño lúcido lo recordarás. Te volverás también muy familiar con
tus sueños, haciendo más fácil aprender a reconocerlos mientras pasan. Si
recuerdas tus sueños, puedes empezar inmediatamente con dos técnicas simples
para estimular a los Sueños lúcidos. Los Soñadores lúcidos hacen un hábito de
"comprobación de la realidad." Esto significa investigar el ambiente
y decidir si sueñas o estas despierto. Preguntarte muchas veces por día,
"¿Estaré soñando?". Entonces, prueba la estabilidad de tu realidad
presente leyendo algunas palabras, mirando lejos y mirando a tras mientras
tratas de cambiarlos. La inestabilidad de los sueños es la pista más fácil para
distinguir la realidad y el sueño. Si las palabras cambian, sueñas. Tomando
siestas es una manera con la que puedes aumentar gradualmente tus oportunidades
de tener sueños lúcidos. Tienes que dormir bastante en la siesta para entrar en
REM. Si tomas la siesta en la mañana (después de haberte despertado más
temprano de lo usual), estás probablemente entrando en fase REM en una media
hora a una hora después de que te duermes.
Si tú siesta es de 90 minutos a 2 horas tendrás suficientes
sueños y una probabilidad más alta de tener un adecuado sueño lúcido que en los
sueños que tienes durante el sueño de un noche normal. Enfoca tu intención de
reconocer que tú sueñas cuando te duermes durante la siesta.
Inicialmente, los principiantes tienen dificultad para
descansar en el sueño después de que logran lucidez. Este obstáculo hace que
muchas personas desprecien el valor del sueño lúcido, porque no han
experimentado más que el destello del conocimiento de que se encuentran
soñando, seguido del despertar inmediato. Dos técnicas simples pueden ayudarte
a superar este problema. Lo primero es crear calma en el sueño. El propio sueño
lúcido excita, pero expresar la excitación puede despertarte. Suprime tus
sentimientos un poco y vuelve tu atención al sueño. Si el sueño muestra señales
de fin, tal como la desaparición, pérdida de claridad o profundidad de la
imaginación, "dar vueltas" puede ayudar a hacer retroceder al sueño.
En cuanto el sueño comienza a "desvanecerse," antes de sentir
realmente tu cuerpo en la cama, gira a tu cuerpo del sueño como encima. Esto
es, dando vueltas como cuando un niño trata de crearse un mareo (probablemente
no te marearas durante el sueño porque tu cuerpo físico no da vueltas).
Recuerda, "La próxima escena será un sueño." Cuando tú pares de dar
vueltas, si no es obvio que estás soñando, haz una prueba de realidad. Aun
cuando piensas que estás despierto, te puedes sorprender del hallazgo ¡que
todavía sueñas!
Pesadillas
Las pesadillas son sueños perturbadores que hacen que el
soñante al despertar se sienta ansioso y asustado. Las pesadillas pueden ser
respuestas a situaciones y traumas reales. Este tipo de pesadillas se clasifica
en una categoría especial denominada Pesadilla de tensión Post-traumática
(PSN). Las pesadillas pueden también ocurrir porque hemos ignorado o rehusado a
aceptar una situación particular de la vida. La investigación ha demostrado que
la mayoría de la gente que tiene pesadillas regulares ha tenido una historia
familiar con problemas psiquiátricos, experiencias con drogas, personas que han
contemplado el suicidio, y/o han pasado relaciones tormentosas. Las pesadillas
son un indicio de temores que deben ser reconocidos y confrontados. Es una
manera en que nuestro subconsciente da un aviso. "¡Presta atención!"
Todos hemos tenido pesadillas en alguna ocasión de nuestras
vidas. Las pesadillas son bastantes normales. Pero, ¿qué es exactamente una
pesadilla y por qué las tenemos?
Las pesadillas son una subcategoría de los sueños. La
diferencia estriba en su contenido emocional o atemorizador. A causa de su
propia naturaleza, se tiende a recordar las pesadillas y sus detalles vívidos.
Las pesadillas tienen un impacto más grande sobre la mente al despertar y sus
imágenes pueden permanecer a lo largo del día.
Una de las razones de ocurrencia de las pesadillas puede ser
que nuestro subconsciente quiere lograr nuestra atención sobre una situación o
problema que se ha evitado. Es tiempo de enfrentar un problema o situación. Las
pesadillas tienen un propósito importante en mostrar lo qué inquieta a la
persona desde dentro de ella a niveles más profundos. Discutir, analizar, y
comprender las pesadillas puede conducir a la solución de algún problema,
conflicto interno o dificultad personal.
Causas de las pesadillas
La niñez y la Familia
— Las pesadillas actuales pueden estar arraigadas en traumas
y negligencias sufridos desde la niñez. Desde la carencia de amor, negligencia,
alcoholismo, hasta el abuso severo, los miembros de la familia, en algunos
casos pueden ser la influencia más destructiva sobre la vida de una persona.
Las pesadillas pueden ser una señal de tal agitación interior.
La vida
— La manera como la vida de la persona se desarrolla y la
sociedad en su conjunto puede contribuir a las pesadillas. La percepción que se
tenga del mundo, guerras, desastres naturales, crímenes y la incapacidad
individual de controlar tales sucesos puede conducir a pesadillas.
Las relaciones
— Las relaciones íntimas y las interacciones diarias con los
demás pueden también ser una fuente de sus pesadillas. Una persona puede estar
paranoica acerca de la impresión que causa en los demás, como lo ven las demás
personas. Es posible que se tema que se tema ser incomprendido y vean como la
persona realmente es. El aislamiento y la infelicidad pueden aparecer en
pesadillas como abandono y soledad.
La tensión
— La manera en que se maneja la tensión puede provocar
pesadillas. Las pesadillas son una respuesta normal a niveles inaceptables de
temor y tensión. La gente diagnosticada con el Desorden de tensión Post-traumática
frecuentemente tienen pesadillas sobre su acontecimiento traumático, como una
guerra, violación, muerte de un ser querido, accidentes, terrorismo, etc.
El trabajo
— Puesto que la mayoría de personas pasa la mayor parte del
día en el trabajo, no es ninguna sorpresa que hechos conexos con el trabajo son
una fuente común de pesadillas. El estrés, la seguridad en el trabajo (o la
carencia de ella), los compañeros de trabajo, problemas no resueltos, o el
descontento general con lo que se hace pueden manifestarse en una pesadilla.
Las pesadillas pueden reflejar sentimientos de frustración e incapacidad de
controlar las situaciones del trabajo. Las pesadillas de esta naturaleza pueden
aparecer como la persona siendo atacada, perseguida, o estando fuera de
control.
En general, tensión, traumas, temores, inseguridades,
sentimientos de insuficiencia, problemas de salud, asuntos maritales, etc.
pueden ser las razones para tener pesadillas.
Tener pesadillas es normal, pero tenerlas frecuentemente
puede ser una señal de estar abrumado y bajo tensión. Las pesadillas pueden ser
un recurso importante para el conocimiento de la personalidad y el
descubrimiento emocional. Transmiten una ayuda y mensaje importante para
aclarar los posibles conflictos en la vida. Es importante distanciarse del
contenido emocional (temer, congoja, enfado, dolor, etc.) de la pesadilla y
analizarla desde una perspectiva objetiva. Las emociones perturbadoras pueden
ser una manera en que el subconsciente intenta impedir una excavación profunda
en el significado de las pesadillas. Sin embargo, merece la pena intentarlo y
tener un sentido de esos sueños más obscuros.
Sueños Recurrentes
Los sueños recurrentes se repiten con poca variación en la
historia o tema. Estos sueños pueden ser positivos, pero frecuentemente la
mayoría de ellos son pesadillas. Los sueños pueden recurrir porque un conflicto
plasmado en el sueño permanece no resuelto e ignorado. Una vez se ha encontrado
una solución al problema, Los sueños recurrentes pueden cesar.
La mayoría de los sueños contienen mensajes que sirven para
enseñarnos algo sobre nosotros mismos. Desafortunadamente muchas veces nos
olvidamos qué soñamos sobre nuestra rutina diaria. En los sueños recurrentes,
el mensaje puede ser tan importante y/o poderoso que no quiere que lo
ignoremos. La repetición frecuente de tales sueños nos fuerza a prestar
atención y enfrentar el sueño. El sueño trata desesperadamente de contarnos
algo. Tales sueños son frecuentemente pesadillas o de contenido atemorizador,
para hacer que tomemos nota y prestemos atención a ellos.
Los sueños recurrentes son bastantes comunes y son
provocados frecuentemente por alguna situación especifica de nuestras vidas o
un problema que regresa una y otra vez. Estos sueños pueden recurrir a diario,
una vez a la semana, o una vez por mes, pero cualquiera que sea la frecuencia,
hay poca variación en el contenido del sueño en sí mismo. Usualmente apuntan a
alguna debilidad personal, temor, o incapacidad de arreglar algo en nuestras
vidas – actuales o pasadas.
Por supuesto, hay también sueños bonitos recurrentes. Alguna
gente construye su mundo propio en sueños, que exploran, encontrando amigos
allí, etc. Algunos dicen entrar en un mundo diferente, otros atribuyen esto a
recuerdos de viejos sueños que crean uno nuevo. Posiblemente lo más importante
es que estos sueños se tomen como instrumentos para seguir conociéndose uno
mismo.
Sugerencias para superar los sueños recurrentes.
- Para
comprender su sueño recurrente, se debe estar dispuesto a aceptar algún
tipo de cambio o experimentar una transformación.
- Se
debe estar dispuesto a mirar dentro de uno mismo y enfrentar lo que se
pueda encontrar, por difícil que sea.
- Se
debe ser capaz de mirar el sueño desde un punto de vista objetivo. Hay que
intentar ir más allá de los elementos emocionales y reactivos del sueño y
concentrarse en las imágenes simbólicas. Muchos sueños a veces son
enmascarados por elementos que perturban y que impiden ir más profundo.
Este es un mecanismo de defensa que el inconsciente puede estar utilizando.
- Ser
paciente. No hay que desalentarse si estos sueños todavía recurren aun
después que se cree que se han comprendido.
- Aprender
a aceptarnos a nosotros mismos verdaderamente y totalmente.
Ocurre frecuentemente que una vez que se descubre lo que el
sueño recurrente trata de decir, estos sueños cambian o desaparecen por
completo.
Sueños Proféticos
Los sueños proféticos, conocidos también como sueños
premonitorios, son los sueños que aparentemente pronostican el futuro. Una
teoría racional para explicar este fenómeno es que nuestra mente es capaz de
organizar en el subconsciente, información, observaciones y datos, que
normalmente descuidamos o que no consideramos seriamente. En otras palabras,
nuestra mente inconsciente sabe qué viene antes que nosotros conscientemente
organicemos la misma información.
No hay vaticinio de mayor peso que el anunciado por un
sueño. El despertar de cualquier persona -ya sea crédula total o escéptica
irremediable- quedará marcado por imágenes de gloria, muerte, felicidad o desesperanza
si algún suceso onírico así lo determinó. No son los sueños habituales, sino
los que la Psicología y la Parapsicología (en una de sus extrañas
coincidencias) denominan anómalos. Por su enigmática naturaleza, ofrecen al
soñante información acerca del futuro inmediato de otras personas, lo que
sucede en algún lugar distante o lo que habrá de ocurrir. Casi vulgarmente, se
los conoce como sueños premonitorios. Si es cierto que cada sueño hay que
interpretarlo de acuerdo con el soñador, como sostenía Jung, tras muchas
discusiones se estableció que una imagen onírica premonitoria tiene puntos
comunes al desentrañar su significado. Al menos en un altísimo porcentaje de
los casos.
A diferencia de los sueños comunes, hay elementos
determinados que tienen en los sueños premonitorios un significado concreto en
más del 97 por ciento de los casos. Sin reconocerlo abiertamente, las
investigaciones indican también que intervendrían en estos sueños los
denominados fenómenos parapsicológicos. Cuando alguien duerme, recibe estímulos
del cuerpo y del exterior. La suma de unos y otros induce a un estado de
sensibilidad onírica que favorece la aparición inconsciente de sucesos
extrasensoriales. El conocimiento cierto de un hecho futuro (precognición)
intervendría entonces y, a la mañana siguiente o en días sucesivos, lo soñado
efectivamente ocurriría.
Sueños de Salud
Los sueños de salud sirven como mensajes para el soñante con
respecto a su salud. Los sueños de esta naturaleza pueden decirle al soñante
que necesita ir al dentista o médico.
Asclepio, considerado por los griegos a partir del siglo V
a. C. como el dios de la Medicina, tuvo sus templos en todo el mundo antiguo,
primero en Grecia y Asia Menor, más tarde en Roma y en sus posesiones. En
estos, los pacientes eran tratados por incubatio o "ensueño sanador",
esto es, se los hacía pasar una noche en la casa del dios para que, durante el
sueño, éste apareciera frente al enfermo y le comunicara una prescripción. Las
inscripciones que hoy se observan en los muros de los templos de Asclepio dan
testimonio de esta forma de cura. Una inscripción típica dice:
"Erasippe de Kaphy: ella durmió en el templo y soñó que
el dios le aplicaba un mensaje en su estómago, la besaba y le ofrecía una copa
conteniendo una droga. Él le mandó beber y luego vomitar. Ella así lo hizo y
ensució su ropa. Cuando despertó en la mañana, ella vio su vestido lleno de la
inmundicia que había vomitado y entonces se recobró".
Sueños muy comunes
Entre los sueños diferentes que brotan de cada mente humana
aparece un puñado en que se presenta a casi todos los soñantes. Sueños en los
que uno cae, o es perseguido, o se eleva por los aires, o pierde la movilidad,
parecen ser manifestaciones comunes de una experiencia humana compartida.
Aparentemente, nuestro ser soñante nunca perdió de vista una verdad elemental a
pesar de las múltiples formas en que la humanidad se fragmentó a través de la
historia, seguimos siendo integrantes de una única especie.
Algunos sueños son típicos de una determinada cultura. La
fantasía en la que el soñante está rindiendo un examen, y fija la vista sin
comprender en el papel puesto delante suyo, es una expresión de ansiedad muy
común en las sociedades industrializadas. Pero el sueño de sentirse perseguido
atraviesa las fronteras culturales. Un masai puede soñar que es acosado por un
animal; un neoyorquino, por un hombre con un cuchillo; pero el temor de
sentirse atacado es un sentimiento tan elemental que esos sueños aparece en
todas las sociedades. A pesar de todo, incluso los sueños comunes tienen
significados ligeramente diferentes para cada soñante.
Para interpretar un sueño ajeno es condición indispensable
que el sujeto acceda a comunicar las ideas inconscientes que se conceden detrás
del contenido manifiesto del mismo. Sin embargo, y en contraposición con la
general libertad de que todos gozamos para conformar nuestra vida onírica según
nuestras personalísimas peculiaridades, haciéndolas así incompresibles a las
demás, existe cierto número de sueños que casi todos soñamos en idéntica forma
y de los que suponemos poseen en todo individuo igual significación.
Sueños de desnudez
El sueño de hallarnos desnudos o mal vestidos ante personas
extrañas suele surgir también sin que durante él experimentemos sentimiento
alguno de vergüenza. Pero cuando nos interesa es cuando trae consigo tales
sentimientos y queremos huir o escondernos, siendo entonces atacados por
aquella singular parálisis que nos impide realizar movimiento alguno,
dejándonos impotentes para poner término a la penosa situación en que nos
hallamos.
Las personas ante las que nos avergonzamos suelen ser
desconocidas, cuya fisonomía permanece indeterminada. Otro carácter del sueño
típico de este sueño es que jamás nos hace nadie reproche alguno, ni siquiera
repara en nosotros, con motivo de aquello que tanto nos avergüenza. Por lo
contrario, la expresión de las personas que en nuestro sueño encontramos es de
una absoluta indiferencia.
Los contextos en que tales sueños aparecen incluidos en
análisis de sujetos neuróticos demuestran, sin lugar a duda alguna, que se
hallan basados en un recuerdo de nuestra más temprana infancia. Sólo en nuestra
edad hubo una época en la que fuimos vistos desnudos, tanto por nuestros
familiares, como por personas extrañas - visitantes, criados, etc. -, sin que
ello nos causara vergüenza ninguna. Los niños muestran con frecuencia veleidad
exhibicionista.
La manía de los paranoicos de creerse observados cuando se
visten o se desnudan debe ser enlazada a estos sucesos infantiles. Entre los
perversos existe un grupo -el de los exhibicionistas- en el que el indicado
impulso infantil ha pasado a la categoría de obsesión.
Cuando, en la edad adulta, volvemos la vista atrás se nos
aparece esta época infantil en la que nada nos avergonzaba como un Paraíso, y
en realidad el Paraíso no es otra cosa que la fantasía colectiva de la niñez
individual. Por esta razón se hace vivir en él, desnudos, a sus moradores, sin
avergonzarse uno ante el otro, hasta que llega un momento en que despiertan la
vergüenza y la angustia, sucede la expulsión y comienza la vida sexual y la
labor de civilización. A este paraíso puede el sueño retrotraernos todas las
noches. La represión también actúa sobre estos sueños exhibicionistas.
Sueño de muerte de personas queridas
Otros sueños que también hemos de considerar como típicos
son aquellos cuyo contenido entraña la muerte de parientes queridos: padres,
hermanos, hijos, etc. Ante todo observamos que estos sueños se dividen en dos
clases: Aquellos durante los que no experimentamos dolor alguno, admirándonos
al despertar nuestra insensibilidad y aquellos otros en que nos sentimos
poseídos por una profunda aflicción hasta el punto de derramar durmiendo
amargas lágrimas.
Los primeros no pueden ser considerados como típicos y, por
tanto, no nos interesan de momento. Al analizarlos hallamos que significan algo
muy distinto de lo que constituye su contenido y que su función es la de
encubrir cualquier deseo diferente. Muy distintos de estos son los sueños en
que aparecen representada la muerte de un pariente querido y sentimos dolorosos
afectos. Su sentido es, en efecto, el que aparece manifiesto en su contenido, o
sea, el deseo de que muera la persona a que se refiere. Dado a que los
sentimientos de todos aquellos que hallan tenido alguno de estos sueños habrán
de rebelarse contra esta afirmación.
Cuando alguien sueña sintiendo profundo dolor de la muerte
de su padre, su madre o de alguno de sus hermanos, no habremos de utilizar
ciertamente este sueño como demostración de que el sujeto desea en la
actualidad que dicha persona muera. La teoría del sueño no exige tanto se
contenta con deducir que lo ha deseado alguna vez en su infancia. Así, pues,
muchas personas que en la actualidad aman a sus hermanos y experimentarían un
profundo dolor ante su muerte llevan en su inconsciente deseos hostiles ellos
procedentes de épocas anteriores, y estos deseos pueden hallar en sueños su
realización.
El sueño de examen
Todo aquel que ha terminado con el examen de grado o
selectividad sus estudios de bachillerato puede testimoniar de la tenacidad con
que le persigue el sueño de angustia de que va a ser suspendido y tendrá que
repetir el curso, etc.
Para el poseedor de un título académico se sustituye este
sueño típico por el de que tiene que presentarse a su examen final, sueño
durante el cual objeta en vano que hace ya muchos años que obtuvo el deseado
título y se halla ejerciendo la profesión correspondiente. En estos sueños es
el recuerdo de los castigos que en nuestra infancia merecieron nuestras faltas
lo que revive en nosotros y viene a enlazarse a los dos puntos culminantes de
nuestros estudios.
Terminados nuestros estudios, no es ya de nuestros padres,
preceptores o maestros, de quienes hemos de esperar el castigo a nuestras
faltas, sino de la inexorable concatenación causal de la vida, la cual toma a
su cargo continuar nuestra educación, y entonces es cuando soñamos con los
exámenes -¿y quién no ha dudado de su éxito?- siempre que tememos que algo nos
salga mal el castigo al no haber obrado bien o no haber puesto los medios
suficientes para la consecución de un fin deseado; esto es, siempre que
sentimos pesar sobre nosotros una responsabilidad.
El análisis de la frase “¡Pero, si ya eres un profesional!”
no se limita a encubrir una intención alentadora, sino que entraña también un
reproche: “Tienes ya muchos años y has avanzado mucho en la vida; más, a pesar
de ello, sigues haciendo tonterías y no pareces avanzar”. El contenido latente
de estos sueños correspondería, pues, a una mezcla de autocrítica y aliento.
Sueños de caída
En algún momento, casi todo el mundo se ha despertado
bruscamente con la angustiosa sensación de estar cayéndose desde una gran
altura. Esta inquietante pesadilla puede tener origen en un bajón de la presión
sanguínea, en un movimiento de fluido en el oído medio o en una pierna que se
sale del borde de la cama.
Pero los sueños que incluyen una caída como parte de un
proceso son casi tan comunes como aquellos y parecen tener raíces más
profundas. Algunos psicólogos especulan que estos últimos sueños reconocen sus
raíces en el momento en que el infante de sus primeros pasos, y esa precaria
situación queda impresa en el cerebro como una imborrable metáfora de la
inseguridad. Sea cual fuera su causa los sueños de caída son poderosas imágenes
que se prestan a muchas interpretaciones. Freud propuso dos. En las mujeres
teorizaba, caer significaba rendirse a la tentación erótica: la soñante se veía
a sí misma como la mujer caída. Por otro lado la caída era también un ejemplo
de realización de los deseos que expresaba la ambición de regresar a la
infancia en la que el niño que caía era alzado y acunado en los brazos
tranquilizadores.
Una teoría actual sostiene que la caída expresa generalmente
inseguridad, la sensación que no hay de donde sostenerse. La gente que enfrenta
la angustia del divorcio, o cuya estabilidad laboral está en peligro, puede
soñar que se cae de un precipicio. Un chico que oye de pronto una discusión
entre sus padres podría tener pesadillas en las que se viera cayendo por un
hondo pozo. Para el hombre que teme la impotencia, la caída puede representar
la incapacidad de alcanzar una erección.
Sueños de Persecución
El sueño en que uno se encuentra perseguido o atacado -que
incluye, a menudo, la sensación de estar irremediablemente adherido el suelo-
es común a todas las sociedades. En los Estados Unidos, las investigaciones
indican que el tema ataque-persecución define a uno de los dos más comunes
sueños de ansiedad que se presentan en grupos tan diversos como estudiantes
universitarios, reclusos o reclutas del ejército. Al igual que con los sueños
de caída, los de persecución son una metáfora onírica de la inseguridad.
La tradición psicoanalítica sugiere que estos sueños
expresan dos ansiedades subconscientes fundamentalmente diversas: en el caso de
los sueños de caída, el temor de la pérdida de afectos; en el de los de
ataque-persecución, el miedo a la castración o -para las soñantes mujeres- el
de ataque sexual. Otra interpretación sostiene que la mujer que se ve
perseguida en sueños está expresando su deseo de ser cortejada.
Estas interpretaciones abarcan desde el simple temor de
verse atacado por un cocodrilo hasta infinitas sutiles fantasías en las que el
perseguidor representa algún aspecto no resuelto en la vida o la personalidad
del sonante.
Existen varias preguntas que los soñantes pueden hacerse a
sí mismos para interpretar sus sueños de persecución: ¿Hay circunstancias que
me aprisionan? ¿Estoy sufriendo la agresión de alguien? ¿Me encuentro en una
situación que amanece hacerme perder el control de mí mismo?
El fuego
Junto con la tierra, el aire y el agua, el fuego es uno de
los cuatro elementos de los antiguos; una de las bases que constituyen la
existencia. Esa presencia primordial y su naturaleza paradójica lo convierten
-en todas las culturas- en un símbolo obligado, aunque ambiguo, de los sueños.
El fuego engendra la luz y el calor mientras destruye el
combustible que lo alimenta; fascina con su movimiento siempre vivaz, que
también es invariable; puede alimentar la vida o aniquilarla; es capaz de
destruir la materia o de transformarla. El fuego puede ser amigo o enemigo,
bendición y amenaza, divinidad y maldición. Su energía constante lo hace
poderoso símbolo de vida, incluso de vida eterna; pero anuncia también los
eternos tormentos del infierno. Mientras se encuentra domesticado en el hogar o
en el horno de la fábrica, es una fuerza salvaje transitoriamente encorsetada
por el ingenio humano.
En los sueños el fuego puede significar transformación,
purificación, iluminación espiritual, amor, pasión o sexualidad; todo depende
del contexto. Un fuego pequeño y manso puede tener un significado de paz y
equilibrio consigo mismo; el fuego incontrolado, en cambio, es símbolo
primordial de destrucción. Un incendio consumiendo una casa podría indicar daño
o muerte de una persona; quizás alguien enfermo y "ardiendo" de
fiebre.
Representado por el sol, el fuego puede significar agradable
calor y nutrición para un soñante de clima templado; pero para un habitante de
las zonas ecuatoriales representaría un poder capaz de amenazar la vida. Un
gran fuego, simplemente, simboliza una fuerza poderosa que el soñante no puede
controlar. En muchos mitos tradicionales un héroe roba el fuego a los dioses.
Aunque se trate de una proeza transformadora de la vida, el símbolo entraña
también remordimiento y culpa por haber desafiado las reglas de las deidades
respetadas que -en términos simbólicos- son los padres.
El agua
Origen y cuna de todos los seres vivientes, el agua está
presente allí, donde se encuentra la vida. Como el fuego, tiene una naturaleza
dual. Es útero y es tumba; elemento sustentador y fuerza destructora; presencia
purificadora y corruptora también.
Cuando corre en los ríos y en los mares, encarna el cambio y
el movimiento constante; pero es también igual a sí misma. Aunque se la
equipara al fuego como elemento esencial para la vida, su presencia es más
lenta, más pesada, más reconfortante. Como puede purificar sin destruir, figura
en los ritos de muchas religiones. El agua del bautismo, especialmente, sugiere
de algún modo las aguas del nacimiento y simboliza el comienzo de una nueva
vida. Aunque resume la pasividad y la condescendencia -el tradicional principio
femenino -, en modo alguno debe confundirse esto con impotencia u
homosexualidad. En el Tao, el agua encarna la fuerza de la debilidad; aunque
las aguas de un arroyo pueden dividirse para rodear una roca, también puede arrastrarla.
En los sueños el agua puede sugerir el útero, la seguridad
prenatal, la bienaventuranza.
Las olas que rompen pueden presentar una fuerza exterior que
está más allá del control o de los mismos impulsos sexuales del soñante.
Caótico y potencialmente violento, el inconsciente es también la fuente que
alimenta la vida consciente. Sumergirse en las aguas puede simbolizar la
búsqueda del significado de la vida.
Recordar los Sueños
La gente varía mucho en cuánto a la forma de recordar sus
sueños. Quizás la mayor razón y más importante del por qué la gente olvida sus
sueños, es que ellos no le dan importancia. La cultura occidental no observa
los sueños de una forma especial. Esto es lo malo con respecto a como la
mayoría de los Sueños ocurren al final del ciclo durmiente y se interrumpen
frecuentemente, y las prisas en levantarse para dedicarse a sus ocupaciones,
les impide pensar sobre sus sueños durante la mañana.
Es aconsejable dedicar algunos momentos de reflexión al
despertarse: permanecer tranquilo en la cama, con los ojos cerrados, y el
cuerpo relajado. Después, preguntarse: ¿Qué era exactamente lo que estaba
soñando? Al principio puede recordarse sólo un pasaje o a recordar las propias
imágenes nocturnas; si se ha pasado toda la vida ignorando los sueños es
posible que haya que dedicar muchos días sólo para empezar a recordarlos. Un
buen consejo: irse a la cama con la cabeza despejada; el estar demasiado
cansado puede nublar la memoria a la mañana. Además, se ha demostrado que
dándole a la memoria el tiempo necesario para que busque, pueden reconstruirse
secuencias.
El recuerdo del sueño puede entrenarse, intentando pensar
durante algún tiempo acerca de todo lo qué se ha soñado antes de levantarse y
escribiéndolo seguidamente.
Los sueños son un lenguaje simbólico que emana de las
profundidades de nuestro ser más profundo; la práctica de tomarse el tiempo
necesario para pensar en ellos y en su posible mensaje puede darnos un mayor conocimiento
de nosotros mismos.
Recordar sus sueños requerirá algún esfuerzo de su parte.
Pero lo qué sus sueños pueden aportarle y contarle sobre usted mismo, bien lo
amerita.
Sugerencias para ayudar a recordar los sueños
- Antes
de ir a la cama, tenga la mente clara. Digase a usted mismo:
"Recordaré mi sueño cuando despierte". Esta es realmente una
manera probada y efectiva para ayudar a recordar los sueños. El tener
demasiados pensamientos en su mente puede distraerle y evitar que recuerde
su sueño en la mañana.
- Acuéstese
y levántese a horas regulares. Hágalo una rutina. Irse a la cama y
despertar a una hora regular todos los días ayuda en el recuerdo del
sueño.
- Evite
el consumo de alcohol y medicinas antes de ir a la cama. Pueden impedir
que recuerde su sueño. Comer alimentos pesados cerca de la hora de
acostarse también puede desviar recursos corporales lejos del cerebro y
evitar el recuerdo del sueño.
- Guarde
un lápiz/cuaderno o grabadora cerca a su cama para que esté a su alcance
tan pronto como despierte. Mantener una lámpara cerca de la cama es
también una buena idea por si despierta en medio de la noche y quiere
registrar su sueño inmediatamente.
- Registre
su sueño inmediatamente. Hágalo un hábito de primera hora al despertar.
Hablar de sus sueños a amigos o participando en foros y charlas también
puede ayudarle a recordar detalles.
Tuve un sueño entrando tipo una iglesia de humbanda con mí suegra yo no estaba ahí tenía miedo me iba pero después volvía ahí
ResponderEliminarSoy la misma q escribió recién que significa ese sueño . Yo no pertenezco a ninguna religión. X eso .
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